BUENOS AIRES (EFE). Alrededor de 4.500 personas que fueron evacuadas en el norte de Argentina por la crecida en febrero del río Pilcomayo en la provincia norteña de Formosa, reclamaron ayer “ayuda” para retomar sus hogares, ya que se encuentran tapados por barrio y no pueden regresar a ellos. Gran parte de los afectados por la inundación pertenecen a las comunidades aborígenes que habitan en la zona.
Desde hace 15 días, la ruta que llega a General Díaz y poblaciones bajas, están inundadas por las aguas del río Pilcomayo. En la zona crece la desesperación, confirmó el intendente Teniente Irala Fernández, Ramón Zavala.
Hasta el momento, Pozo Hondo es el único poblado afectado por la crecida del Pilcomayo. Aguas abajo, las poblaciones están en alerta. La comisión nacional niega inoperancia, pero los hechos reflejan otra situación.