La escuela San Miguel de Fuerte Olimpo donde acuden niños provenientes de familias de escasos recursos económicos presenta renovada imagen mediante trabajos de refacción de las aulas, que tienen sistema de climatización para mitigar el intenso calor del Chaco. Los trabajos fueron encarados por la Gobernación y el monto de la inversión no supera los G. 300 millones. El gobernador Arturo Méndez (colorado cartista), dijo que el dinero público alcanza cuando se usa con honestidad.
Sueño con que alguna vez tengamos un gobierno austero y patriota, donde nuestros representantes en las instituciones del Estado, desde la presidencia hasta los cargos más modestos, asuman su papel como un servicio. Que la función que se asuma sea para servir a la gente, y no como un estado de privilegio para servirse del Estado.
El crecimiento de la economía hace que la vida de todos sea más fácil. Por ejemplo, la cantidad de trabajo requerida para que las personas con ingresos promedios compren más bienes y servicios se eleva al punto que incluso pueden ahorrar parte de sus propias ganancias. El crecimiento además es la mejor forma de proveer a los más pobres de la posibilidad cierta de movilidad social.
Las autoridades económicas y voceros de este Gobierno prometieron a la ciudadanía que, a partir de ahora, se racionalizaría y mejoraría la calidad del gasto estatal, se harían reformas estructurales, se cuidarían los recursos de los contribuyentes y se priorizaría la protección del poder adquisitivo del dinero de la población. En menos de tres meses, se presentó un proyecto de presupuesto inflado y deficitario, se ampliaron subsidios, se prometieron aumentos, se “pateó” la convergencia del déficit fiscal, crecieron los agregados monetarios totales y, con ello, la inflación, se prepara un fuerte endeudamiento en condiciones desventajosas, no se vislumbran cambios profundos y, mientras avanza el proyecto de ley que le otorga al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias al margen de la Constitución, se anuncia un “salariazo” para los miembros del Congreso que más parece una coima con fondos públicos para los legisladores y sus partidos.
El tema de fondo en la economía así como en la política está en si las personas elegimos libremente con qué (moneda) y a quién (político) depositamos una parte de nuestra confianza. Se trata de si una determinada moneda o político es capaz de ofrecer alguna predecibilidad.
Una tarea en la que los organismos de control y fiscalización de la gestión pública sufren un inapelable aplazo es en lo referente al control del uso del dinero público y los recursos del Estado en general. El desvío en el uso de los recursos de los fines para los que están asignados es una forma de corrupción, a menudo maquillada en “formatos” legales.