SINGAPUR. Un singapurense de origen tamil, Tangaraju Suppiah, fue ahorcado este miércoles en la ciudad-Estado asiática por ser cómplice en el tráfico de 1 kilogramo de marihuana, la primera ejecución en la isla en lo que va de año.
El cuestionado diputado Édgar Ortiz (PLRA, llanista), quien está en campaña por el Senado, lanzó una propuesta más bien en forma populista, ya que no fue moción formal, de eventualmente aplicar la pena de muerte en nuestro país contra delincuentes reincidentes. “Si no se van a corregir, mandémosles a mejor vida”, dijo e incluso propuso cortar el presupuesto para alimentación en las cárceles.
El paraguayo Óscar Benicio Irala López, quien fuera salvado por el rey de Tailandia tras su condena por narcotráfico en el país asiático en 2017, contó que pudo salir de Paraguay porque no registraba problemas en su documentación en 2016, pese a contar con una sentencia por robo que lo obligaba a comparecer de forma periódica ante un juzgado.
Óscar Benicio Irala López tiene ahora 25 años. Cuando tenía 19, cayó preso con drogas en Tailandia, un país asiático famoso por castigar este delito con la temida pena de muerte. Sin embargo, debido a su juventud, le perdonaron la vida y lo condenaron a un mínimo de 50 años y un máximo de cadena perpetua.
Óscar Benicio Irala López tiene ahora 25 años. Cuando tenía 19, cayó preso con drogas en Tailandia, un país asiático famoso por castigar este delito con la temida pena de muerte. Sin embargo, debido a su juventud, le perdonaron la vida y lo condenaron a un mínimo de 50 años y un máximo de cadena perpetua. Cuando ya estaba resignado a morir en una de las prisiones más inhumanas del mundo, asumió el nuevo rey de ese país, quien cambió la ley y le redujo su pena cinco veces, hasta que lo liberaron hace un mes y regresó a Paraguay, donde otra vez quedó preso. Esta es su increíble historia.
Singapur llevó a cabo este martes su sexta ejecución desde marzo, la de un hombre acusado de traficar marihuana, evidenciando el cada vez más agresivo enfoque de la isla contra las drogas, con oenegés advirtiendo que los ahorcamientos no cesarán, pues el corredor de la muerte está saturado.