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Otros ejemplos son los gigantescos cruceros de Royal Caribbean o la mayoría de los buques de expedición de Hurtigruten (HX), que bordean las costas de Noruega.
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A su vez, la compañía Cunard quiere tener todos sus barcos “Queen” equipados con Starlink para finales de año. La pregunta es: ¿tiene esto sentido?
Las navieras que confían en Starlink no escatiman superlativos. Según Jason Liberty, presidente del grupo Royal Caribbean, esta tecnología cambiará radicalmente la conexión a Internet a bordo de los buques y mejorará la experiencia del crucero tanto para los huéspedes como para la tripulación.
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La compañía Aida habla de la “mejor experiencia disponible” de Internet en el mar.
¿Se trata principalmente de relaciones públicas y marketing, o es verdad? Franz Neumeier, periodista especializado en cruceros, cree que esto tiene algo de cierto.
Cruceros con internet de gran velocidad
Neumeier sostiene que, si la naviera permite que Internet llegue a gran velocidad, “entonces es sencillamente espectacularmente más rápido que todo lo que hubo en los barcos hasta ahora”.
El periodista agrega que, para muchos, será como usar el Internet que tienen en casa.
El operador del sitio web “Cruisetricks.de” ya tuvo la oportunidad de probar la red en el barco “Freedom of the Seas” de Royal Caribbean hace un año.
En aquel momento, Neumeier midió velocidades de descarga de 22 Mbit por segundo (MBit/s) en el camarote, valores que permiten el streaming en alta definición sin problemas.
Al subir, por ejemplo, fotos para enviarlas por aplicaciones de mensajería, la velocidad era más del doble.
Cruceros con inernet rápido y los costos
En teoría, es posible mucho más: Cunard escribe en su web que Starlink puede ofrecer hasta 200 Mbit/s, pero esto depende de la disponibilidad del satélite.
La cuestión también es hasta qué punto las navieras permiten todo el ancho de banda o lo limitan, esto es una cuestión de política de precios. El Internet rápido y la opción de streaming suelen costar más.
Los satélites de Starlink se encuentran en una órbita comparativamente baja, a unos 550 kilómetros sobre la Tierra, mientras que los satélites de otros proveedores, que normalmente se utilizan para tener Internet en barcos, están a más de 30.000 kilómetros de altura en la llamada órbita geoestacionaria.
El servicio Starlink de SpaceX, la empresa espacial de Elon Musk, sigue sin tener rival en la actualidad con su oferta comercial de Internet de banda ancha desde satélites en órbitas terrestres bajas.
Satélites en órbitas bajas
Pero empresas como Amazon (proyecto Kuiper), Boeing, OneWeb, SES Astra o Telesat también están construyendo infraestructuras con cientos o incluso miles de satélites en órbitas bajas.
La menor distancia a la Tierra y el gran número de satélites garantizan una alta velocidad de conexión, un menor retardo de la señal (latencia) y una gran cobertura para estos servicios de Internet.
La menor latencia se nota sobre todo en la telefonía por Internet, por ejemplo a través de aplicaciones de mensajería, comenta Neumeier: “Aquí apenas hay retrasos desagradables, se pueden hacer llamadas con normalidad”.
El experto estima que a medio plazo apenas habrá navieras que no dependan de los servicios de Internet desde satélites en órbitas bajas, ya que les resulta mucho más fácil y barato trabajar con este tipo de sistemas que con los basados en satélites geoestacionarios.
Los adolescentes lo prefieren
“Al mismo tiempo, pueden ofrecer velocidades mucho más altas a sus clientes o hacer que sus márgenes sean correspondientemente mayores”, sostiene Neumeier.
Sin embargo, el experto en cruceros no cree que las navieras vayan a utilizar el Internet más rápido exclusivamente para obtener más beneficios, ya que, especialmente para las familias con hijos adolescentes, una red rápida y de bajo coste en el barco puede ser decisiva para la reserva.
“Todo el mundo en tierra está acostumbrado a estar conectado casi todo el tiempo; la mayoría tampoco quiere prescindir de ello en el mar”, apunta Neumeier, agregando que el creciente uso de Starlink y sistemas similares en el mar también puede acelerar la tendencia hacia un Internet a bordo cada vez más asequible y rápido.
Sin embargo, aún hay que tener cuidado con las caras tarifas de itinerancia (roaming) en los cruceros. Los costes pueden producirse si se activa la itinerancia en el teléfono móvil y este a su vez se conecta a la red de a bordo en el barco.
¿Que puede traer la factura?
Si luego se envían fotos o se hacen llamadas por aplicaciones de mensajería, el usuario puede llevarse un susto cuando mire la factura del móvil al volver a casa.
Franz Neumeier recomienda: “Asegúrese de activar el modo avión en cuanto el barco abandone el puerto”, y explica que así se desactiva el uso de datos móviles, pero el wifi puede volver a activarse por separado.
Para estar en línea, los pasajeros pueden comprar un paquete de Internet adecuado para el wifi de a bordo, o bien disfrutar del viaje sin distracciones, es decir sin conexión.