Humberto Berni es ingeniero electricista, catedrático de la Universidad Nacional de Asunción y especialista en eficiencia energética. Dedica sus esfuerzos tanto a concienciar sobre el uso razonable de la energía como a implementar políticas del área.
Para el experto, los constantes cortes de energía eléctrica en Asunción y otras ciudades se deben tanto a la falta de infraestructura como al uso irracional de la electricidad.
“El crecimiento vertiginoso del consumo de la energía eléctrica en nuestro país nos ha llevado a esta situación y en estos modelos de crecimiento, todo lo que se haga del lado de la oferta de energía (la infraestructura de las redes eléctricas ) llega muy tarde”, expresó.
Por ello, según indicó, en otros países se ataca del lado de la demanda de energía (el consumo) también con programas de uso eficiente de la energía e incentivos para que la toda población se acople a estas medidas, ya que de buenas a primera, “la eficiencia energética no es prioridad para los seres humanos”.
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El experto sostuvo que en el Paraguay existe la cultura del derroche de la energía y hasta parecería que creemos que la generación hidroeléctrica es infinita, por lo que urge: “Romper con el paradigma de que como tenemos en abundancia usemos, derrochemos. Además, ya deberíamos pensar y planificar el pos-Itaipú y el pos-Yacyretá”.
Transición energética
La tendencia mundial, liderada por Alemania en este caso, habla de la transición energética para el año 2050, donde su matriz estaría constituida, después de varias décadas, sin la energía nuclear y los combustibles fósiles, y un 80 % provendrá de las fuentes de energía renovables no convencionales, lo mismo podría pasar en los Estados Unidos. Washington se adelantaría al líder europeo, ya que planea hacer los cambios para el 2035.
“En nuestro país es sumamente difícil saber qué haremos, ya que no existen políticas de Estado y cada gobierno de turno no planifica a largo plazo. Lo que se ha realizado, en las últimas décadas, a través de los distintos presidentes, fue buscar medidas cortoplacistas y coyunturales”, expresó el ingeniero.
“Quiero recordar a un profesor alemán, que es profesor visitante en Harvard, que decía: ‘Para mí, algunos gobiernos de Sudamérica siguen siendo irresponsables, endeudando al país para construir carreteras y no saben si dentro de 30 años dispondrán del combustible que pueda mover a los vehículos que transitaran por dichas carreteras’”, remarcó.
Aseguró que el Gobierno debe apuntar a utilizar “nuestro combustible”, la energía eléctrica que es más barata y mucho más amigable con el medioambiente. “Deberíamos trabajar por la revolución de la matriz energética nacional”, manifestó.
¿Qué es la eficiencia energética?
La eficiencia energética es concebida como las acciones que apuntan a reducir el consumo de la energía sin sacrificar el confort de la población ni el crecimiento de un país.
“Es una expresión que se utiliza para definir al consumo racional y eficiente de la energía, no significa dejar de usar la energía, sino utilizarla de una manera más racional y aquí está el inconveniente. La gente confunde racional con racionar, que son dos cosas distintas”, afirmó Berni.
Dijo que hoy se habla de eficiencia energética pasiva y eficiencia energética activa, la “EfE pasiva” es la sustitución de artefactos y lámparas por otros más eficientes que consumen menos energía y la “EfE activa” es destinada al uso industrial con mediciones, análisis y toma de decisiones constantes para reducir los costos de producción.
“También hoy se dice que la eficiencia energética es la mayor ‘fuente de generación’ de energía disponible, por lo que se consigue ahorrar y se ‘genera’ , entonces, virtualmente, o se dispone de una energía barata”, declaró.
Para el ingeniero, el Comité Nacional de Eficiencia Energética (CNEE), dependiente del Viceministerio de Minas y Energía, hace muy poco y se maneja prácticamente sin recursos humanos ni presupuesto.
“Es un Comité ad honorem, sin recursos, que trata de organizar algún plan de eficiencia energética nacional o algún proyecto de ley. No puede hacer mucho porque la gente involucrada cumple otras funciones de mayor prioridad en sus instituciones y solo nos reunimos cada 15 días o eventualmente, cada mes y de esa manera es muy poco lo que tenemos como resultados”, resaltó.
Berni destacó que se puede hacer mucho, ya que existe un potencial tremendo de ahorro en el consumo de la energía eléctrica, principalmente. Puso como ejemplo una auditoría energética realizada en el local central del Rectorado de la UNA, donde se estima un potencial de ahorro de 40 % solo incursionando en iluminación y ofimática (la automatización de la oficina).
Energía alternativa a mediano plazo
Aunque Paraguay no desarrolla aún diversas fuentes de energía alternativa, el ingeniero ve posible su utilización en nuestro país más adelante, a mediano plazo, con un fuerte apoyo gubernamental, puntualmente con la creación del ministerio de minas y energía, para vencer las barreras técnicas, culturales, de comunicación y económicas que eso implica. Agregó que el uso de este tipo de energías es irreversible, no solo para nuestro país.
Para Berni, tanto la energía eólica, obtenida del viento y la solar, de nuestra estrella, pueden ayudar a mejorar el sistema energético paraguayo, pero también otras fuentes, como el biogás.
“El uso del biogás proveniente de los biodigestores para la generación de electricidad podría ayudar mucho; con esto se logra transformar un pasivo medio ambiental en un activo energético y también están las pequeñas centrales hidroeléctricas, pues la tendencia mundial hoy es la generación distribuida, es decir, producir la energía lo más próximo al lugar de su utilización”, recalcó
Sin embargo, el experto señaló que para que todo esto se pueda concretar se deben realizar estudios serios y formar a la gente en estas áreas.
“Hoy existen muy pocos especialistas en todo el país, el Gobierno debería enviar a cientos de estudiantes jóvenes profesionales a capacitarse en el extranjero, en estas tecnologías y luego que regresen para aplicarlo a nivel local”, concluyó.
Menor producción
El impacto del cambio climático sobre el caudal de los ríos y los arroyos podría reducir en hasta un 60% la capacidad de producción de electricidad en el mundo entre 2040 y 2069, según un estudio publicado ayer en la revista científica Nature Climate Change.
La investigación, en la que participó el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (Iiasa) de Viena, pide “mayores esfuerzos de adaptación para mantener la seguridad energética futura”, según informó esa organización en un comunicado.
equintana@abc.com.py
