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En el documento de la Unesco se presentan los resultados de Paraguay por grado, en cada una de las áreas evaluadas en el “Estudio Terce” (concluido a mediados de este año). Se organiza en tres secciones: 1. Puntaje promedio en las pruebas de lectura, matemática y ciencias naturales. 2. Distribución de estudiantes por niveles de desempeño en las pruebas de lectura, matemática y ciencias naturales. 3. Resultados en la prueba de escritura.
Por ejemplo, en las evaluaciones de lectura, matemáticas y ciencias naturales, en el tercero y sexto grados, nuestro país obtiene puntajes promedios significativamente inferiores al promedio de los países de Latinoamérica. Además, en el sexto grado, el 85% de los alumnos se encuentra en niveles más bajos de desempeño en lectura, y el 94% en los niveles de más bajos de desempeño de matemáticas.
Éxito económico
Juntos por la Educación (JPE) cree que la competitividad y el crecimiento del Siglo XXI estarán definidos por el talento del capital humano, cuyas capacidades y competencias son clave para el proceso productivo y aún más determinantes para el proceso de crecimiento y éxito económico en el largo plazo. Agrega que el acelerado proceso de cambios tecnológicos, la creciente globalización y la gran volatilidad de los mercados globales exigen poner foco en los grandes desafíos y establecer apuestas para el futuro.
Señala que, teniendo en cuenta los distintos elementos que configuran estas capacidades, entre los principales se hallan aquellos relacionados a la calidad y a los niveles de educación de la población. Acota que, basado en indicadores de acceso a niveles primarios de educación, niveles de escolaridad, calidad de la educación y la calidad de las escuelas primarias, entre otros, se establecen refinados ranking por niveles de edad.
Resalta que Paraguay ocupa hoy el puesto 98 de 124 países en las evaluaciones de poblaciones jóvenes menores de 15 años, mientras que Chile está en el puesto 53, Uruguay en el 70, Venezuela en el 77, Bolivia en el 86, entre otros.
¿Peor que antes?
Ante esta alarmante situación, JPE se pregunta si nuestro sistema educativo es peor que años atrás y cómo se entiende que nuestra población joven tenga menores competencias comparativas a las de nuestras generaciones mayores. Asevera que esto es el resultado de años de desidia, errores, discontinuidades y grandes pérdidas de oportunidades.
No obstante, sugiere el diseño e implementación de una política de Estado, centrada en garantizar al ciudadano paraguayo la posibilidad de acceder a la nueva “economía del futuro”, donde la globalización, la complejidad y las grandes divergencias nos reclamarán un mayor rango de competencias.