En visita a nuestro diario, Portillo aseguró que el otro solicitante de las tierras en cuestión, de nombre Marcelo Leguizamón, mintió al denunciar a través de la prensa un aparente nexo de Romero con un grupo mafioso.
Agregó que su cliente gestiona la adjudicación del Lote C3, mientras que la otra persona inicialmente pidió el Lote C4, pero que posteriormente entró a la fuerza en el terreno pretendido por Romero, que ya contaba con ocupación, y lo hizo recurriendo a fraudes procesales y engaños.
“La peor de las mentiras son las medias verdades relatadas por los señores Leguizamón, con el único objetivo de acomodar un escenario propicio para sus pretensiones especulativas. Estas personas a través de maniobras o artimañas copan propiedades fiscales en el Chaco, pretendiendo utilizar al Indert para esa finalidad”, señaló.
Dijo que si bien el otro grupo tiene mensura aprobada sobre el lote en disputa, además de pagos al Indert, su cliente posee una medición judicial anterior que es una muestra de su ocupación. También aseguró que su mandante fue despojado de la posesión y que eso se logró gracias a maniobras del otro grupo, en connivencia con el actual gerente general del ente agrario, Carlos Liseras, que dio curso al expediente de Leguizamón pese a que ya había una solicitud anterior.
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Delitos en el lote
Según la denuncia realizada por Leguizamón, su familia y su personal fue la víctima de un aparente grupo mafioso que opera en el Chaco, que pretende copar los lotes de la zona. El denunciante contó incluso que se asesinó a un capataz del sitio y que el exabogado de Romero, Cristóbal Canale, está preso en Tacumbú por intento de homicidio contra el entonces representante legal de Leguizamón, Abog. Miguel Mendieta.
Al respecto, Portillo señaló que prevén iniciar una acción legal contra el denunciante, porque su cliente no está ligado a ninguna mafia. Sobre lo ocurrido con Canale, se excusó diciendo que no conoce los pormenores.
Según la versión del abogado, los expedientes de ambos solicitantes corrieron por vías distintas, pero cuando en el ente comparan las documentaciones de ambos, se verificó la superposición. En consecuencia, acotó, un equipo de la institución se constituyó en el Lote C3 y verificó la ocupación de Romero.
El otro grupo sostiene que dicha ocupación fue fraudulenta, pues la consiguieron sacando a balazos al personal de Leguizamón, pero esto es negado rotundamente por Portillo.
