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De acuerdo con datos brindados por nuestra fuente, la Contraloría halló varias irregularidades durante la pesquisa y actualmente aguarda la respuesta de la INC sobre las observaciones que realizaron.
A través de bonos soberanos, el gobierno anterior –de Horacio Cartes– había otorgado a la INC más de US$ 80 millones para el cambio del tipo de combustión del horno de clínker en Vallemí (Concepción), la instalación de un nuevo molino de cemento en Villeta (Central) y otras “inversiones” en las plantas. El titular de la INC en dicho momento, Jorge Méndez, había dicho que el despacho de cemento aumentaría de 30.000 bolsas a 90.000 bolsas por día, lo que hasta el momento no se cumplió.
Hace varios meses que esa fábrica estatal sufre el paro tanto del horno como del molino, lo que dificulta la producción y el despacho normal del material. La semana pasada, depositeros y empresas de construcción denunciaron escasez de cemento.
Por estos motivos, la Contraloría aguarda una explicación de la actual administración de la cementera, acerca de cómo se usaron los millonarios fondos recibidos.