Docentes mal formados están generando analfabetos funcionales

Este artículo tiene 2 años de antigüedad

El aún no implementado plan experimental “12 Ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad en las escuelas y en la familia” ha generado un fuerte debate, quizá injustificado si los materiales didácticos a ser empleados fueran escritos. Es que ni quienes lo apoyan deberían ilusionarse con sus efectos ni quienes lo rechazan temerlos, si siete de cada diez alumnos paraguayos del 9° grado, de quince años de edad, serían incapaces de comprenderlos, según los resultados de las pruebas hechas en 2022 por el Programa Internacional para el Seguimiento de los Alumnos (PISA). Estos resultados deberían llenar de espanto a la ciudadanía e inducir a los padres a que exijan que se tomen prontas medidas para salvaguardar el porvenir de sus hijos.

El aún no implementado plan experimental “12 Ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad en las escuelas y en la familia”, de la autora ecuatoriana María Judith Turriaga, ha generado un fuerte debate, quizá injustificado si los materiales didácticos a ser empleados fueran escritos. Es que ni quienes lo apoyan deberían ilusionarse con sus efectos ni quienes lo rechazan temerlos, si siete de cada diez alumnos paraguayos del 9° grado, de quince años de edad, serían incapaces de comprenderlos, según los resultados de las pruebas hechas en 2022 por el Programa Internacional para el Seguimiento de los Alumnos (PISA), ejecutado por la Organización Internacional para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Es presumible que si los textos leídos hubieran sido redactados en guaraní, el porcentaje de fracasos habría sido mayor, aunque muchos alumnos lo tengan por lengua materna y se impartan clases sobre su gramática; por cierto, les costaría mucho acceder a publicaciones en guaraní, para practicar su lectura. Estas aseveraciones parecerían superfluas, pero se dirigen al fondo de nuestra realidad.

En cuanto a matemáticas, los resultados fueron aún peores que los obtenidos en comprensión lectora, pues el 85% de los alumnos tuvo un bajo rendimiento, muy superior al 31% a nivel mundial. En general, incluyendo las ciencias, el Paraguay ocupa un vergonzoso penúltimo lugar entre los 81 países incluidos, solo por encima de Cambodia. Conste que cotejados con los datos de las pruebas de 2017, los relativos a matemáticas fueron algo mejores, en tanto que los correspondientes a ciencias y a comprensión lectora apenas variaron. En donde sí se ha registrado una diferencia notoria es en la comparación del desempeño de los alumnos de los colegios privados y públicos: entre 2017 y 2022, la brecha se ensanchó en favor de los primeros, lo que significa que aumentó la desigualdad en materia educativa, disminuyendo aún más la chance de los alumnos de familias de bajos ingresos de acceder mañana a los beneficios de los bienes materiales y de la cultura.

Si la gran mayoría de nuestros alumnos no entiende lo que lee ni puede realizar las operaciones aritméticas básicas, nuestro sistema educativo es un verdadero desastre. Se habla mucho del contenido de la reforma educativa y el archivo del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) está lleno de documentos elaborados por expertos nacionales y extranjeros, pero lo cierto es que unos docentes muy mal formados están generando analfabetos funcionales que no saben sumar, restar, dividir ni multiplicar correctamente. Más allá de que esté bien o mal hablar en clase de la sexualidad o de la afectividad y en qué sentido, lo esencial es que los alumnos aprendan a entender lo que leen y a realizar las operaciones aritméticas básicas. Hay que empezar por allí: lo demás será valor añadido. El mensaje que se transmita a los estudiantes por escrito podrá ser excelente, pero en la gran mayoría de los casos no servirá de mucho, según surge de los bochornosos hallazgos del PISA.

Habría que empezar por mejorar notablemente la formación pedagógica, aparte de la infraestructura y el equipamiento de escuelas y colegios, ya que los exámenes de evaluación a los que se someten los docentes dan muestras claras de su ineptitud, desde ya reflejada en las serias deficiencias de los alumnos. Ocurre que también ellos fracasan en la lectura comprensiva: en 2019 y para ocupar vacancias, el MEC evaluó la idoneidad de 12.017 docentes, de los cuales se aplazaron algo más de la mitad, por no haber podido entender los textos. ¿Qué se puede esperar de la formación de los educandos si la de los “educadores” resulta lamentable? La ignorancia se transmite de una generación a otra, marginando al Paraguay, cada vez más, de la sociedad del conocimiento.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Es claro que se podría aumentar el presupuesto ministerial, que este año llegó a 8,2 billones de guaraníes (1.201,3 millones de dólares), solo inferior al del entonces Ministerio de Hacienda. Pero no todo depende de cuánto dinero público esté disponible; también es preciso que sea bien administrado, que las vacancias se cubran según la idoneidad y, no por último, que los docentes se ocupen más de capacitarse en el servicio que de exigir aumentos salariales.

Los nuevos resultados de las pruebas del PISA deberían llenar de espanto a la ciudadanía e inducir a los padres a que exijan que se tomen prontas medidas para salvaguardar el porvenir de sus hijos. El ignominioso puesto que ocupa el Paraguay en el ámbito educativo es el resultado de largas décadas de indolencia y de bastardeo político-partidario, hasta el punto de que hay “educadores” que se prestan a hacer de comparsas en campañas electorales. Es hora de decir basta, porque la ignorancia reproducida en los centros educativos impide, entre otras cosas, vencer la pobreza, que convierte a sus víctimas en dóciles instrumentos de los mandamases de turno.