Los jóvenes dejan de lado la apatía y exigen más inversión en educación

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En Paraguay, 1 de cada 4 compatriotas es joven, lo que representa un desafío extraordinario a corto y mediano plazo para el Gobierno, pues deriva en presiones sobre los servicios de educación, salud, inserción laboral e infraestructura, como viviendas y espacios para la recreación, entre otros. Hoy, Día de la Juventud analizamos la situación que le toca vivir a la mayoría de la población paraguaya.

Como todos los años en el país, además del inicio de la Primavera, denominada la estación de las flores hoy 21 de setiembre, se celebra el Día de la Juventud. Datos de la Encuesta Permanente de Hogares 2014 realizada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos dan cuenta de que del total de la población de 6.818.180 habitantes, más de 1.5 millones son jóvenes entre 18 a 29 años, lo cual equivale a una proporción de 1 de cada 4 paraguayo es joven.

Los jóvenes comprenden un tercio de la población económicamente activa. Actualmente, más de 110.000 jóvenes se encuentran en búsqueda de trabajo de forma activa. La tasa de desempleo es del 6%, mientras que la l de la población joven alcanza el 10,5%. Los datos resaltan además que 17 de cada 100 jóvenes se encuentran en situación de pobreza, de los cuales el 45% es pobre extremo. Más de 114.000 jóvenes actualmente se encuentra en situación de pobreza extrema. Del total de la población en situación de pobreza, el 16.8% son jóvenes de entre 18 a 29 años.

Prácticamente el 70% de la población joven no asiste a una institución de enseñanza. Más del 60% no recibe educación debido a motivos económicos. Solamente el 19% de los jóvenes entre 18 y 29 años cuenta con un título universitario.

La abundancia en recursos humanos jóvenes constituye un potencial para la producción, que canalizado adecuadamente, genera mejoras condiciones de vida de los habitantes. Este aspecto, conocido como “bono demográfico”, debería aprovecharse para beneficio del país, sostiene el economista Robert Cano, de Juntos por la Educación (asociación de empresarios y sociedad civil abocada a apoyar el fortalecimiento de la política educativa).

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Sin embargo, un 11% de los niños menores de 5 años son desnutridos crónicos en el Paraguay. Es decir, un 11% de los futuros estudiantes que ingresará al sistema educativo lo hará con limitaciones fisiológicas irreversibles para el aprendizaje, pues tendrán muy pocas posibilidades de comprensión en la educación que se les dé. Igualmente, un 20% adicional de niños menores de 5 años está en riesgo de sufrir desnutrición crónica. Una situación que miles de jóvenes estudiantes padecen en la actualidad.

“El Gobierno debe ser consciente de que las inversiones en niños y jóvenes son las más rentables desde el punto de vista social. Porque las consecuencias de la desnutrición infantil crónica afectan de por vida al individuo, ya que limitan sus capacidades intelectuales y condiciona su estado de salud. Lo que a consecuencia se traduce en una baja productividad a lo largo de su vida activa”, reflexionó Cano.

El despertar de la juventud

La multitudinaria marcha del viernes último en zona del microcentro fue calificada por la ciudadanía como “histórica”, porque se unieron estudiantes de los colegios públicos y privados, además de universitarios para pedir mayor inversión en educación.

“Hoy pusimos la piedra angular de la sociedad del futuro, de la sociedad que nos comprometemos a llevar siempre en alto, porque nunca más el silencio va a ser nuestro idioma. Que el diálogo sea una intención de cambio”, dijo el presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Técnico Nacional, Héctor Vera, durante la actividad donde miles de jóvenes se unieron en una sola voz.

En los días previos a la marcha, en varios colegios se realizaron sentatas y manifestaciones. De este modo se demostró que la apatía ha dejado de ser un rasgo característico de la juventud.

eolmedo@abc.com.py