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Ante la negativa de Roberto Acevedo (PLRA), entonces presidente del Senado, de convocar a una sesión extraordinaria para dar entrada a un proyecto que modificaba el reglamento interno de la cámara, Julio César Velázquez (ANR), desde su banca, en su calidad de vicepresidente segundo, a los gritos se atribuyó la presidencia del cuerpo legislativo, luego dio “entrada” al proyecto de modificación estatutaria y llamó a una reunión extraordinaria.
La ilegal maniobra, dado que estaban presentes Acevedo y el vicepresidente primero Eduardo Petta (ANR), provocó fuertes discusiones entre los senadores que casi llegaron a los golpes. El ambiente de tensión que se vivía en el Congreso, que amaneció rodeado de una fuerte dotación policial, iba en aumento.
La reunión convocada por Velázquez, que fue la primera sesión “mau” del Senado, se desarrolló en la bancada del Frente Guasu (luguismo) por supuesta falta de seguridad. Allí, a puertas cerradas, una mayoría de 25 senadores reeleccionistas (cartistas, liberales llanistas, luguistas y oviedistas) modificaron el reglamento, con el cual iban a facilitar la aprobación con una mayoría de 23 votos –y no 30– el proyecto de enmienda de la Constitución para habilitar la figura de la reelección.
El golpe dado por los 25 senadores generó el repudio generalizado de la ciudadanía, que se pronunciaba en las redes sociales, comunicados y con protestas en la capital y en otras ciudades del país. Se iniciaba una grave crisis política en el país.
Ni bien terminaba la primera sesión “mau” se sucedían enérgicas condenas de gremios empresariales, sectores políticos, juveniles y la Iglesia Católica.
La arremetida de los 25 congresistas, que eran los operadores del presidente Horacio Cartes y del senador Fernando Lugo, ambos con proyectos de reelección para el 2018, siguió adelante sin importar el rechazo ciudadano y de un frente político constituido por el PLRA, el sector disidente colorado encabezado por el senador Mario Abdo Benítez, el Partido Democrático Progresista, Avancemos y otras agrupaciones de izquierda.
El viernes 31 de marzo, en la segunda sesión “mau” del Senado, celebrada nuevamente en la bancada del Frente Guasu, consuman la aprobación del proyecto de enmienda de la Constitución, con lo que habilitaban la reelección.
Las protestas, represión policial, quema del Congreso, un parlamentario gravemente herido y el atraco al PLRA y asesinato del joven liberal Rodrigo Quintana, que siguieron después, frustraron la enmienda al no ser aprobada en Diputados.