Asunción, la gran socialité

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La primera noche de Asunción, el miércoles 15 de agosto de 1537, fue iluminada por la luna en cuarto creciente cual farol en el cenit. Desde entonces, la ciudad fue el gran centro de atención en toda la provincia y la República del Paraguay. Cada cumpleaños es una fiesta, con sus luces y sombras.

Ese día de la fundación en el territorio de los carió empezó a oscurecer a las 17:35. El paraje se abría sobre el riacho Cará Cará como en un anfiteatro conformado por siete colinas, como la observaban desde el río los primeros españoles que llegaban a estos lares.

“El crepúsculo civil vespertino, es decir, la oscuridad, llegó a las 17:58”, dice el profesor Blas Servín, del Centro Astronómico Bicentenario, al realizar los cálculos astronómicos y recordar que en esa época –y hasta 1582– regía el calendario juliano, que pasó a ser reemplazado por el gregoriano.

El fuerte debió estar iluminado por la luna en cuarto creciente, que resplandecía exactamente en el cenit a las 20:00. Quizás podríamos imaginar que el fundador y sus colaboradores estaban acuclillados en torno a una fogata.

“Mientras Ayolas estaba ausente, Juan de Salazar y Gonzalo de Mendoza navegaron por el Paraguay hacia arriba con motivo de procurarse víveres; lograron la amistad de los guaranís y hallaron un lugar muy a propósito para edificar un fuerte. De mutuo acuerdo hicieron construir el castillo de la Virgen de la Asunción en el mismo paraje donde hoy se levanta la ciudad de este nombre. Salazar volvió para llevar de Buenos Aires los soldados, que están flacos y macilentos efecto del hambre (…)”, dice el P. Nicolás del Techo en la Historia de la Provincia del Paraguay, tomo primero, editado en Madrid, en 1897.

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Más adelante habla de la construcción y consolidación de la ciudad. “Hecho pues el censo, se comenzaron a ordenar todas las cosas; el campo que se hallaba próximo a la fortaleza fue distribuido en partes, y contruyéronse templos y casas consistoriales, a la vez que se nombró el Cabildo. Finalmente, en el año 1538, a los 25° de latitud meridional, a doscientas cuarenta leguas del mar y ochenta de la desembocadura del Paraguay, se puso la primera piedra de la ciudad que tomó el nombre del fuerte adyacente, la cual robustecida con el tiempo, se conserva hoy felizmente (…)”, sigue relatando Del Techo.

De la prensa de ayer

Crónicas de prensa de antaño recopiladas en ABC Color fueron dando cuenta de los festejos en honor a Asunción de siglos pasados. Por ejemplo, en 1877, el 15 de agosto, cuando la ciudad cumplía 340 años fue nombrado ministro del interior Bernardino Caballero, durante la presidencia de Higinio Uriarte, tras la renuncia de don José Urdapilleta.

Con motivo de la fecha nacional, la prensa de entonces decía: “Hoy es el memorable aniversario de la fundación de Asunción. Juan de Ayolas, siguiendo los pasos de Gaboto, llega a una altura del río Paraguay llamada Angostura, donde fue atacado por los agaces perdiendo quince españoles. Después de un largo viaje llegó hasta el asiento principal de los guaraníes, en un lugar cercano a esta ciudad. Allí encontró a los afamados caciques Lambaré y Yanduasubirubichá, quienes eran los jefes de los guaraníes. Ayolas quiso evitar la efusión de sangre y manifestó a los indios que su intención era pacífica, pero fue contestado por un diluvio de flechas, a lo que respondieron los españoles con descargas produciendo espanto y obligando a los indios a refugiarse en la fortaleza de Lambaré. Allí fueron sitiados, capitulando al tercer día. Ayolas fue el que redactó los artículos de la capitulación en que se estipuló una firme alianza entre ambas naciones. Este tratado se hizo el 15 de agosto de 1536, Día de la Virgen de la Asunción, a cuya poderosa influencia los españoles atribuyeron el buen éxito de la empresa”. (Por mucho tiempo se creyó que fue Juan de Ayolas el fundador de Asunción. Recién a principios de este siglo, la bien orientada investigación y el espigamiento documentario certificaron ostensiblemente que fue Juan de Salazar y Espinoza, lugarteniente de Ayolas, quien plantó la inicial casa fuerte que se convertiría poco después en un asiento permanente, luego constituida en ciudad).

También se anunciaban las salvas. “Con motivos de cumplirse hoy otro aniversario de la fundación de Asunción y de la patrona de la República, la batería de la Plaza de Armas hará las salvas de reglamento”.

Estamos desde los 430

Luego de esta introducción tomemos la Asunción socialité, la protagonista de las páginas diarias de ABC Color desde 1967, cuando ella cumplía sus 430 años. No dejaba de aparecer cada festejo –que cada cinco años coincide con la asunción presidencial–, pese a las pompas del dictador o cada mandatario que lo siguió, nunca opacaban su cumpleaños, por lo positivo o negativo de los festejos.

Obviamente, la Madre de Ciudades mantiene la tradición de que los festejos con cifras redondas son siempre los mejores.

El primer festejo anunciado por nuestro diario presentaba la esbelta estatua de Juan de Salazar y Espinoza, “fundador de Nuestra Señora Santamaría de la Asunción, la Muy Noble e Ilustre, Amparo y Reparo de la Conquista, Madre de Ciudades”, dando cuenta de que “diversos homenajes le fueron rendidos al cumplirse el 430.º aniversario del magno acontecimiento que se tradujo en la erección de nuestra ciudad capital. A orillas de la Bahía habitada por los carios, la España fundadora había colocado los cimientos de lo que andando el tiempo sería un centro de cultura y foco dinámico de la colonización”.

El 15 de agosto de 1967 “con paso marcial y gallardo desfilaron” frente al Palacio de López, sobre los adoquines de granito de la calle El Paraguayo Independiente, varias unidades de las Fuerzas Armadas, incluyendo la juventud que revista en el Cimefor. En la Catedral, el arzobispo de Asunción, Aníbal Mena Porta, presidió el tedeum. Estuvo como invitado el entonces ministro de Defensa de la Argentina, Antonio Lanusse.

La procesión de la Virgen de la Asunción, mariscala de las Fuerzas Armadas, también fue parte del acto central. “La Virgen salió en andas desde el altar mayor de la Catedral Metropolitana, y fue transportada por las calles El Paraguayo Independiente y Palma escoltada por una dotación del Colegio Militar, y por organizaciones y colegios católicos del país”.

Una nota llamativa fue que los turistas que asistieron a los actos habían elogiado la limpieza reinante en Asunción.

Los programas siguieron con los fastuosos desfiles, aunque propios de las dictaduras. Como en 1968 el festejo coincidía con el juramento de Alfredo Stroessner, llegaron visitantes del exterior; el cantante Leo Dan y el Estadio Comuneros era escenario del 2.º Festival Nacional del Folclore.

En 1974, el 437.° aniversario de Asunción coincidió con la entrada en funcionamiento de los semáforos en la capital. Era la primera vez que estos “bichos” aparecían en el tránsito sin que los conductores supieran utilizarlo correctamente. También hubo que implementar el sistema de circulación de sentido único en varias calles de los barrios Ciudad Nueva y Vista Alegre. No obstante, debieron pasar años para que la gente se acostumbrara al uso de los semáforos. Fueron de gran ayuda las integrantes de la policía femenina de tránsito.

Al año siguiente, en 1975, el festejo contó con la presencia del primer ministro de Sudádrica, Balthazar Vorster, y en la Catedral se estrenó la misa folclórica paraguaya, presidida por el arzobispo de Asunción, monseñor Ismael Rolón.

En 1977 llegaron los 440 años de la ciudad con la presencia del jefe del Estado Mayor del Ejército argentino, Gral. de Brig. Roberto Videla, enviado del dictador Jorge Rafael Videla. Era plena época del Operativo Cóndor.

Hubo grandes demostraciones aéreas, además de los desfiles militares y estudiantiles, y el tradicional tedeum.

En 1979, los festejos coincidieron con los 25 años de Stroessner en el poder, con la visita de varias personalidades del exterior, especialmente de Argentina y Uruguay, además del ministro sin cartera de China Nacionalista, Chow Hong Tao.

Los 444 años de Asunción, número capicúa, llegaron en 1981 con grandes desfiles, delegaciones extranjeras y demostraciones aéreas. En el tedeum hubo una fuerte homilía del monseñor Ismael Rolón, quien advertía que “la política partidaria endurece la mente y el corazón para el diálogo”.

El 445.º aniversario coincidió al año siguiente (1982) de forma más sencilla y austera con el sepelio del Arq. Tomás Romero Pereira, quien había sido presidente provisional del país, de mayo a agosto de 1954. Al año siguiente, Stroessner juró por séptima vez como presidente, y el mensaje del monseñor Rolón decía que “las ideologías no deben manipular al hombre, ni a Dios ni a la patria”, según las publicaciones de ABC Color.

En los siguientes cumpleaños de Asunción, incluyendo su 450.° aniversario, nuestro diario estuvo ausente por la clausura impuesta por la dictadura durante cinco años. En 1988, el monseñor Ismael Rolón había decidido no celebrar el tedeum por los graves atropellos a los derechos humanos cometidos por la dictadura de Alfredo Stroessner.

En 1989 volvimos con los 452 años, con Ofrenda Floral y actos artísticos encabezados por la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción, en los inicios de la democracia.

Los desfiles fueron perdiendo fuerza y brillo con el paso de los años, pero se mantienen las tradicionales procesiones en honor a la Virgen de la Asunción.

En 1993, en coincidencia con los 456 años de la capital, el presidente Andrés Rodríguez traspasó el mando a Juan Carlos Wasmosy con la presencia de cinco presidentes de la región. El intendente Carlos Filizzola inauguró la Manzana de la Rivera, cuyos trabajos de restauración habían concluido bajo la dirección de Carlos Colombino. Los 460 años pasaron sin mucho ruido y, al año siguiente, fue el traspaso de Wasmosy a Raúl Cubas Grau en 1998.

En el 2007, Asunción cumplió 470 años cada más deteriorada y abandonada en medio de quejas de la ciudad contra la gestión de sus sucesivos intendentes. A la par iban conformándose nuevos polos de desarrollo.

Asunción experimenta un gran auge en construcciones, pero todavía carece de infraestructura adecuada para ponerse a la altura de otras capitales de la región. La Madre de Ciudades acaba de cumplir 480 años y merece una redención.

pgomez@abc.com.py

Fotos: Archivo ABC Color/Recopilación de Manuel Caballero.