Sabor a integración

La comida es una de las formas más universales de integración, y el fenómeno que se está produciendo en el Paraguay no es la excepción. Es que ahora podemos pasar del Líbano directamente a Venezuela, en un ambiente relajado, amigable, pero, sobre todo, sabroso.

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En un área de aproximadamente 20 m² de suelo guaraní convergen tres culturas (venezolana, libanesa y paraguaya). Exactamente, el 50 % de ese espacio tiene el poder de transportar a las personas a Venezuela y, la otra mitad, al Líbano. Todo esto mediante sus más auténticos sabores. Así es cómo la comida, una vez más, ejerce como elemento de integración entre culturas y hermandad entre países tan lejanos.

República de la Arepa y Rahal Bros son más que un negocio de comida internacional. Se trata de emprendimientos con el que buscan fortalecer y expandir sus culturas en la sociedad paraguaya, y lo hacen con platos tan populares como irresistibles: la arepa y los auténticos sándwiches árabes.

Instalados hace un par de meses en un food park del barrio Mburucuyá de Asunción, pretenden dar oportunidad de trabajo a sus compatriotas que llegan al Paraguay en busca de mejores horizontes económicos. “Sabemos mejor que nadie lo difícil que puede ser empezar en el mercado laboral de acá, por eso aprovechamos la oportunidad que tenemos de ayudar”, explica Leonardo Palencia, un venezolano radicado hace un par de años en el Paraguay.

Por su parte, Walid Rahal vivió toda su vida en suelo guaraní. Cuando estaba en el colegio, sus compañeros lo invitaban a fiestas siempre, pero le decían “árabe, ¿vas a llevar comida?”, comenta entre risas. “Su madre, Joumanna, es la persona que hace los mejores platos árabes en el Paraguay”, interviene Fauzi Antakli, socio inversionista del proyecto, explicando los orígenes de esta afición culinaria que emprendió Walid. Su objetivo es que la gente conozca el verdadero sabor de un shawarma o sándwich árabe; es como una reivindicación personal.

Fauzi explica que el proyecto es, sobre todo, una forma para que cualquier persona pueda degustar un plato venezolano o libanés, con el sabor que tendría algo preparado en una casa familiar, en un entorno íntimo, con el mismo cuidado en los ingredientes que tendría una madre con sus hijos. “Lo mejor de todo es que los precios son accesibles y no dejan de ser comidas rápidas, pero con un sabor que muy pocas veces se puede experimentar en el país”, destaca.

La mayoría de los productos y todas las especias, empleadas en la preparación, se importan directamente desde sus países de origen o desde Brasil, donde hay una enorme colectividad de ambos países.

“La idea del food truck la teníamos desde hace mucho, pero la propuesta igualmente nos sorprendió. Aun así, nos animamos y pusimos manos a la obra. Inicialmente iba ser solo comida venezolana, pero mediante una experiencia muy positiva que tuvimos con la familia Rahal, pensamos que podría ser una buena opción, así que los invitamos”, dice Fauzi.

La recepción del público paraguayo los sorprendió a pesar de todas las expectativas positivas que tenían. La emoción en los rostros de estos tres emprendedores, al hablar de las filas que habían en ambos lados de este colorido contenedor no se puede ocultar ni disimular.

“Tenemos muchos planes, pero no queremos adelantarnos a nada, porque nos importa que este proyecto se afiance sin perder la calidad del sabor”, comenta Leonardo. En el lado amarillo del espacio —el lado venezolano— se cocina con música y la comida tiene sabor a alegría, la misma con la que reciben los cocineros con su característico acento. 

En el lado negro, imponente, conquista con los aromas a especias que se pueden distinguir perfectamente en cada bocado, a pesar de estar mezcladas. “Tenemos los carteles puestos, pero la idea es que la gente pregunte y nosotros podamos explicar cada opción del menú. Afortunadamente, los paraguayos ya no tienen miedo de probar; se animan y salen contentos porque les gusta, y nosotros estamos felices de hablar de nuestras raíces”, finaliza Walid, mientras le da los últimos toques a un humeante shawarma irresistible.

mbareiro@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Claudio Ocampo.

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