En los últimos veinte años, el desempeño negativo del Producto Interno Bruto (PIB) agrícola ha incidido, significativamente, en el crecimiento del total del PIB. Es de recordar que en el año 2019 el periodo de sequía, primero, afectó la producción agrícola y de energía eléctrica. Luego, las fuertes lluvias provocaron inundaciones y desplazamientos repercutiendo en la producción ganadera y en el sector de la construcción.
La inestabilidad climática llevó a la economía a una contracción de 0,4%, de acuerdo con datos del Banco Central del Paraguay (BCP).
El 2020 enfrentó una nueva crisis vinculada a la pandemia. Las severas medidas de restricción con los consecuentes impactos socioeconómicos, así como la alta incertidumbre, frenaron gran parte del funcionamiento económico del país. La situación provocó una caída de 0,8% del PIB al cierre de 2020. Los sectores de la construcción, la agricultura, y en parte la ganadería, mitigaron la caída económica durante el primer año de la crisis sanitaria.
Para el 2021, el segundo año de la pandemia, la economía experimentó el efecto rebote con una expansión, de acuerdo con datos preliminares del BCP, de 4,2%.
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El crecimiento estuvo motorizado por desempeños favorables de los servicios, las manufacturas y la ganadería. Sin embargo, la reducción interanual de la agricultura, la generación de energía eléctrica y la construcción, atenuaron la expansión de la actividad económica (Informe del Banco Central del Paraguay).
Las perspectivas para el 2022 eran igualmente optimistas. De hecho, hasta finales de 2021, la banca matriz había anclado sus proyecciones en 3,7% e incluso durante los primeros meses del presente año, debido a que no habían considerado aún el impacto de la sequía en el sector productivo. No obstante, la Consultora MF Economía e Inversiones adelantó el efecto negativo de tal situación en el crecimiento para el presente periodo con una revisión a la baja.
En su reciente revisión, el BCP redujo de manera considerable sus proyecciones. Para este año se espera que el PIB se expanda 0,2%.
De acuerdo con el BCP, las condiciones climáticas cambiaron brusca e inesperadamente las perspectivas, produciendo un revés significativo en los pronósticos de corto plazo.
Agrega que la presente revisión a la baja del PIB para el 2022 se explica en gran medida por una de las sequías más fuertes desde que se tienen registros, y que afectó duramente a la agricultura, ocasionando cuantiosas pérdidas en la cosecha de la soja y otros productos agrícolas. Además, se contempla el shock generado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que conforme al BCP, complica aún más el panorama, causando dificultades logísticas que retrasan las operaciones comerciales y limitan la cadena de suministros en las etapas de producción.
En esta edición, la Consultora MF Economía e Inversiones describe y analiza el comportamiento de los principales sectores económicos que definirán el crecimiento económico para el cierre de 2022.
