ANDE beneficia a Brasil y Argentina

El suministro de energía eléctrica es esencial para el funcionamiento de nuestra sociedad y su precio es un factor decisivo para la competitividad de buena parte de nuestra economía. Considerar un aumento de la tarifa de la energía eléctrica supone una forma de traición a la patria, ya que se estaría frenando el consumo de la única fuente de energía propia que dispone en abundancia nuestro país.

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La reducción del crecimiento del consumo de nuestra parte de la energía eléctrica, que se produce en las binacionales, tiene el hediondo objetivo de frenar nuestro crecimiento económico de manera de posibilitar que la mayor parte de nuestra riqueza energética siga fluyendo para nuestros vecinos, a precio de regalo, para sostener y fortalecer el desarrollo de sus economías, a costa de reducir la velocidad del desarrollo de nuestro país.

Los promotores de este lamentable acto de lesión a los intereses superiores de la nación lo vienen haciendo de diferentes formas y desde hace mucho tiempo con total impunidad, obteniendo beneficios personales y grupales a costa de ello.

Es así que nuestro sistema eléctrico interconectado, desde tiempo atrás, nunca se encuentra en condiciones para atender con calidad y confiabilidad el incremento del consumo de la energía eléctrica que requiere nuestro país para su pleno desarrollo. A pesar de que el aumento es vegetativo, totalmente previsible, ya que no se promociona el consumo de la energía eléctrica, por obvias razones.

Las excusas son cada vez más pueriles y poco creíbles para la gente medianamente entendida en estos temas. Primero fueron los transformadores de 500/220 kilovoltios en Itaipú, luego las líneas en 220 kilovoltios desde Acaray, después los transformadores de 500/220 kilovoltios de Yacyretá, posteriormente la línea de 500 kilovoltios desde Itaipú hasta Villa Hayes. Continuó con las adecuaciones faltantes en las barras de 500 kilovoltios en Yacyretá, luego los transformadores de 500/220 kilovoltios en Ayolas y ahora las líneas de 220 kilovoltios entre Ayolas y San patricio.

Ni hablar de la línea de 500 kilovoltios entre Yacyretá y Villa Hayes, donde inventaron una situación artificial para retrasar, aún más, su construcción. Esta línea, una vez concluida, permitirá mejorar sustancialmente el funcionamiento de todo el sistema eléctrico interconectado nacional paraguayo, mediante el retiro de un mayor caudal de energía eléctrica de Yacyretá.

Hoy, por increíble que parezca, no es posible acceder a la energía que proviene de Itaipú, a través de la nueva línea de 500 kilovoltios, por falta de líneas en 220 kilovoltios, de pocos kilómetros de longitud, entre Villa Hayes y Sajonia, por razones cada vez más difíciles de entender.

Este listado breve de sistemáticas “dificultades” con las que se tropieza el ciudadano paraguayo para acceder a nuestra energía en las binacionales y posibilitar una mayor velocidad de crecimiento de nuestra economía no se solucionará mientras continúen al frente de la ANDE, Itaipú y Yacyretá personas o grupos que tienen poco interés en promover el desarrollo integral del país.

Es hora de que nuestro Presidente promueva el cambio de rumbo en el sector eléctrico nacional para evitar que prosiga él ya largo periodo de entrega de nuestros recursos energéticos y que su prosecución continúa ocasionando un tremendo perjuicio a la nación. Si no lo hace, su gestión se verá salpicada por las consecuencias del nefasto proceder de los actores de siempre del sector eléctrico.

Si consideramos que el presidente de la ANDE y los consejeros designados, tres personas en total, así como la representante de la cancillería nacional en el Consejo de Itaipú renunciaron a sus salarios de sus instituciones originarias para recibir el salario de Itaipú, hecho que los somete al arbitrio de la entidad binacional, concluiremos que existen pocas esperanzas en que algo cambie en el sector.

La explotación del sistema eléctrico nacional dejó de ser un servicio público con titularidad estatal para convertirse en un negocio de unos pocos allegados al poder de turno, quienes mediante diferentes artilugios condicionan la operación del Sistema Interconectado Nacional Paraguayo para el beneficio personal o grupal de unos pocos, olvidando a la ciudadanía.

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