El último caso reportado corresponde a un sojero de nacionalidad brasileña, quien ingresó al país en una canoa. Se trata de Luciano Leonir Scheidt (44).
El 28 de abril pasado, en horas de la tarde, el extranjero entró a la localidad de Tabucai, distrito de Domingo Martínez de Irala, y ayer fue denunciado por vecinos.
Agentes de la subcomisaría 30ª constataron la presencia de Scheidt, quien alegó que se vio obligado a regresar al país ya que cuenta con una plantación de soja en etapa de cosecha.
Por disposición de la fiscala Analía Rodríguez, el productor quedó aislado en su propiedad para cumplir con la cuarentena.
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La fiscala Rodríguez también dispuso el confinamiento físico de los cuatro jóvenes que cruzaron ayer el río Paraná a nado, tras el vuelco de su canoa. Otros cuatro ocupantes del bote están desaparecidos.
Son dos casos que evidencian la vulnerabilidad de la frontera fluvial del país. Pese a las restricciones aplicadas en los puentes internacionales y aeropuertos, sigue el desplazamiento de personas de forma clandestina por el río.
En la víspera, la Armada Paraguaya incorporó un helicóptero para los operativos de control con la esperanza de frenar el ingreso ilegal y sin control sanitario de personas al país.