El sobrepensamiento también está relacionado con el miedo, el perfeccionismo y la exigencia. ¿Te considerás un sobrepensador o una sobrepensadora?.
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Estas son algunas situaciones en que podemos reconocerlo, dice la nutricionista Betharram Scarone.
¡Atención!
- Tenés una presentación en tu trabajo la semana que viene. Te pasas la semana entera pensando, sufriendo y preocupándote por cómo vas a salir de eso.
- Te bombardean pensamientos que predicen que algo puede salir mal. Por ejemplo, te tomaste unos días libres y tuviste una alimentación desordenada, lo único que te preocupa es no haber engordado y te enroscas en eso generando malestar, hasta incluso arruinando al que llegues “relajada” de tus días off.
- Te anticipás a que alguien puede molestarse con algo que vas a hacer. Algo que le vas a pedir o una respuesta que vas a dar.
- Pensás y reelaborás mil veces algún tipo de trabajo que estás haciendo porque pensás que puede llegar a estar mal, que no va a funcionar o que debería “estar mejor”.

