La portavoz de la Cancillería china Mao Ning indicó que su país y Argentina han “buscado el beneficio mutuo” y se han “tratado mutuamente con igualdad y respeto” en las últimas décadas, al tiempo que afirmaba que el desarrollo de las relaciones entre Pekín y Buenos Aires “ha traído beneficios tangibles a ambos pueblos”.
Pese a que China es actualmente el segundo socio comercial de Argentina y el segundo destino para las exportaciones del país suramericano, Milei llegó a afirmar que congelaría las relaciones con Pekín para “no pactar con comunistas”.
Por su parte, Mao aseguró este lunes en una rueda de prensa que China “concede gran importancia al desarrollo de los lazos con Argentina” desde “una perspectiva estratégica a largo plazo” y que las relaciones bilaterales han mostrado recientemente “un buen impulso de desarrollo”.
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”Los lazos entre China y Argentina se han convertido en un consenso en ambas sociedades”, agregó la vocera.
Asimismo, Mao aseguró “no estar al corriente” de los planes del presidente electo de paralizar la entrada de Argentina en el grupo BRICS, posibilidad que Milei avanzó durante su candidatura.
Hace dos años, Milei, que se hizo este domingo con aproximadamente el 55 % de los votos en los comicios presidenciales, aseguró que él “no haría negocios con China” y afirmó que cortar relaciones con el gigante asiático “no sería una tragedia macroeconómica”.
El pasado agosto, China recomendó a Milei que “visitase” el país y “observase”, después de que el candidato libertario afirmase que los habitantes de China “no son libres”.
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La posición de Milei con respecto a China contrasta con la que mantenía el rival de Milei, Sergio Massa, que viajó el pasado junio como ministro de Economía argentino a Pekín, donde afirmó que Argentina consideraba al país asiático un socio económico y comercial de gran relevancia, y manifestaba su disposición a fortalecer la cooperación en estas áreas.
Pekín y Buenos Aires han mantenido buenas relaciones en los últimos años: Argentina se acogió el año pasado a las Nuevas Rutas de la Seda, la principal iniciativa económica internacional de China para consolidar su influencia a través de las infraestructuras, aunque está por ver si seguirá formando parte de ella con el Gobierno resultante de los recientes comicios.
Por su parte, China tiene inversiones en Argentina en áreas estratégicas como infraestructura y minería, además de un acuerdo “swap” por el que el país suramericano paga al asiático las exportaciones en yuanes y no en dólares.
Asimismo, numerosas empresas chinas tienen su mirada puesta en el país suramericano, sobre todo en el sector agropecuario y el de recursos naturales como el litio, material fundamental para la industria china de coches eléctricos y del que Argentina es el cuarto productor mundial.