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La operación se desarrolló a las 03.30 GMT en una casa de dos plantas y rodeada de árboles a apenas 500 metros del edificio de Gobernación y de la sede de los servicios secretos, informa la cadena CNNTürk.
La Policía lanzó la redada después de tener noticias sobre la llegada de militantes del PKK a la ciudad, aparentemente con la intención de preparar una acción importante, según declaraciones del gobernador de Van, Ibrahim Tasyapan.
Tras rodear los agentes la casa y exigir la rendición de quienes se hallaban en el interior, empezó un tiroteo en el que murió un policía y otros dos fueron heridos.
Al tomar la vivienda después de un enfrentamiento de media hora, la Policía halló los cadáveres de 12 supuestos miembros del PKK, así como 12 fusiles, dos ametralladoras, 30 granadas de mano y numerosos documentos.
El incidente se suma a los enfrentamientos callejeros que se suceden desde hace casi un mes en tres ciudades de las cercanas provincias de Diyarbakir y Sirnak, con un goteo casi diario de soldados o policías muertos y un número indefinido de miembros o simpatizantes de la guerrilla tiroteados.
Según el recuento hecho público hoy por el Estado Mayor turco, ya se han “neutralizado” 448 supuestos simpatizantes del PKK en los municipios de Cizre y Silopi en Sirnak y en el barrio Sur de Diyarbakir, todos bajo toque de queda desde mediados de diciembre.
Aunque el concepto de guerrilleros “neutralizados” se interpreta normalmente como “abatidos”, la cifra total incluye por lo menos a 82 personas arrestadas en los últimos días en Silopi y la institución castrense no ofrece un desglose de estas bajas entre muertos, heridos y apresados.
El partido izquierdista y prokurdo HDP, tercero del Parlamento, contabilizó ayer 71 civiles muertos en tiroteos o fuego de artillería en estos tres municipios en el mismo periodo de tiempo, sin hacer referencia a posibles combatientes.