“Según informaciones recién recibidas, el barrio de Al Jalidiya está enfrentando una situación complicada desde esta mañana y los ataques están afectando a todo el casco antiguo de la ciudad”, informó en rueda de prensa el portavoz de la Alta Comisionada, Rupert Colville.
El portavoz declaró que el número de fallecidos en esta lucha es desconocido, pero entre 2.500 y 4.000 personas están atrapadas en Homs actualmente. “La escasez de agua, gasolina y electricidad está afectando a estos civiles severamente, incluyendo a mujeres y niños”, agregó Colville.
La ofensiva comenzó hace trece meses, pero la intensidad de la lucha se agravó el pasado 28 de junio y hay unos 16 distritos afectados por los ataques, entre ellos Al Jalidiya y Bab Oud, que se cree que son los más golpeados por la violencia.
“Recientes informes sugieren que los grupos de la oposición están operando dentro de estas áreas residenciales, lo que incrementa el riesgo para los civiles”, aclaró. “Llamamos a todas las partes del conflicto a respetar sus obligaciones bajo la ley internacional de evitar pérdidas de civiles y dejar que éstos pueda huir sin sentir miedo de ser perseguidos. Además, pedimos que permitan sin condiciones el acceso de la ayuda humanitaria”, añadió el portavoz.
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Al menos 93.000 personas han muerto en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, según datos de Naciones Unidos, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha elevado ya la cifra a más de 100.000.