““Si un gato moría la familia se depilaba las cejas en señal de duelo. Es increíble la cantidad de gatos en todos los jeroglíficos egipcios y en todos los templos inclusive uno a la diosa Bastet cuyo templo erigido en el delta del Nilo llamado Bubastis”, cuenta el doctor Raúl Tuma, veterinario.
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“También se descubrió una necrópolis estrechamente vinculada con el templo con miles de estos animales. Tampoco escapaban del amor profesado a estos animales, por el propio Mahoma quien tenía por compañera una gata blanca de ojos azules.
Comenta Raúl Tuma que las denominaciones del nombre de gatos michis vienen del lenguaje prehispánico, en español miau, ingles meow, francés miaou, coreano yaong, japones nyan, turco miyau, en lengua otomi mixi, en nahuatl mitzi. ”En griego gata y en el latin felis de donde viene el término felinos”.
“Hasta nuestros días los gatos nos siguen sorprendiendo ya sea por sus cualidades innatas de cazadores, por sus colores (negro yeta si se cruza en tu camino) tricolor si son hembras, por sus ronroneos tan peculiares y hasta sanadores”, manifiesta el veterinario.
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