Brunelli señaló que la descarga de efluentes en el arroyo sería una catástrofe y un nuevo atentado contra el lago Ypacaraí, ya que las aguas fluyen hasta ahí a través del arroyo Jukyry.
“Para nosotros sería un verdadero desastre porque tanto ya se luchó para tratar de evitar la contaminación del arroyo, porque una vez que se contamine es sumamente difícil limpiar”, acotó.
Brunelli indicó que, si bien tiene información de que Ingavi contará con una planta de tratamiento, no tienen la certeza de que va a funcionar como debe porque ya hubo malas experiencias con plantas que presuntamente iban a sacar agua semipotables pero en la práctica hasta llegaron a arrojar en bruto sus desechos al cauce, como es el caso de proyectos inmobiliarios cuyos sistemas funcionaban solo por algunas horas.
Dijo que en un momento habían propuesto que si existe una planta de tratamiento y el agua sale, como dicen, casi potable, que esa agua se reutilice en el edificio para regar jardines o para los sanitarios. “Si no es así, como comisión vecinal y Consejo de Aguas nos oponemos a que se descargue algo más en el arroyo”, refirió.
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Además mencionó que existen ordenanzas municipales que refieren que no se puede descargar ningún tipo de efluentes al arroyo. “Menos todavía agua de residuos cloacales y aguas de cierto nivel, como serían residuos hospitalarios, es todavía más importante que eso tenga un tratamiento especial”, acotó Brunelli.