González Vaesken se presentó esta mañana ante la Junta Departamental para exponer el informe de su primer año de gestión. En su discurso, resaltó que encontró la Gobernación de Alto Paraná con una deuda flotante de G. 46.000 millones y dijo que gracias a renegociaciones se pagó gran parte de los compromisos pendientes y actualmente el pasivo asciende a G. 3.000 millones.
El gobernador igualmente resaltó que a través de lobby ante la Itaipú se logró la pavimentación de distritos olvidados del interior del departamento, como Domingo Martínez de Irala. Además, destacó que casi 600 estudiantes fueron beneficiados con becas y que el ente departamental inició el proceso licitatorio para obras con proyectos que comprometen 70% del presupuesto del rubro.
Sin embargo, González Vaesken ignoró pronunciarse sobre la agravante crisis económica en la región y la crisis comercial en Ciudad del Este. No mencionó gestión alguna para zafar de la acuciante situación económica del departamento. El gobernador tampoco se manifestó con respecto al dilatado proceso de licitación para almuerzo escolar, que aún no fue culminado a tres meses del final del año lectivo, por falta de planificación.
En su época de campaña, González Vaesken se llenaba la boca con el discurso de transparencia, pero su gestión es igual a la de sus antecesores cartistas Justo Zacarías y Fernando Schuster: poco compromiso para transparentar la Gobernación de Alto Paraná.
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González Vaesken también recordó que presentó cuatro denuncias por irregularidades detectadas. Eludió la responsabilidad de accionar contra sus antecesores al alegar que no busca “perseguir a nadie”. No obstante, dos acciones judiciales fueron dirigidas contra funcionarios de menor rango.
