Los importadores indicaron que a nivel país se consumen unos 200.000 kilos de tomates al día y que actualmente el producto nacional no es de buena calidad porque aún no está en fecha de maduración. Alegan que para evitar la suba de los precios, el MAG debe autorizar la importación de entre 15 y 20 camiones de 30.000 kilos cada uno para cubrir el consumo de Salta, Argentina.
Calculan que de esa manera podrían conseguir a G. 120.000 la caja de tomates y llegaría a menos de G. 10.000 el kilo al consumidor final.
“No está abasteciendo el tomate nacional para el consumidor final. El precio se ve reflejado en los supermercados. La caja de 20 kilos del producto nacional está a G. 150.000, mientras que el “importado”, porque ahora ingresa por contrabando, está a G. 180.000 la caja”, manifestó Pedro Villarreal.
“Si tuviéramos Afidi (permiso para la importación, expedido por Senave) para paliar la falta de tomate nacional, tendríamos a G. 110.000, esa es la diferencia entre la importación legal e ilegal. Solicitamos al MAG pero hicieron caso omiso a nuestro pedido. Pedimos información acerca de cuánta es la cantidad de producto nacional que se tiene, pero no nos dicen”, afirmó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Villarreal indicó que por día en nuestro país se consumen entre 180.000 y 200.000 kilos y que en los supermercados se encuentra a G. 15.000 el kilo.
“También estamos pendientes del color de la fruta, porque todavía no es época de maduración del tomate nacional. Queremos decirle a los productores que no vamos a dejar de comprar el producto nacional, pero también debemos ver el precio al que sale al consumidor final”, añadió.
“Queremos entre 15 y 20 camiones que equivalen cada uno a 28.000 el kilo, lo que no le va a perjudicar a la compra nacional. Ahora, en el mercado encontramos a G. 10.000 y G. 13.000, en el supermercado hasta por G. 15.000 se vende. Además, con el contrabando, los productos vienen sin las mínimas condiciones sanitarias y estamos expuestos a traer el virus del covid-19”, sostuvo Villarreal.

Por su parte, Simón Espínola, también productor, señaló: “Tenemos que tener en cuenta a los consumidores finales, con estos precios se está golpeando a la canasta familiar en plena pandemia. El precio máximo que se debe pagar es de G. 8.000 a G. 9.000 el kilo. Solicitamos a las autoridades que nos autoricen estos permisos para poder abastecer el mercado”, insistió.
Esta mañana, los productores enviaron una nota explicando la situación y su solicitud a la Dirección de Comercialización del MAG.
