Batalla sin tregua: equipo humano del Ineram lucha contra el COVID al tope de capacidad

Cada paciente con COVID que ingresa al Ineram, hospital de referencia de nuestro país, implica un trabajo en equipo desde la parte de nutrición y otros cuidados hasta el momento de la sedación que requiere en los momentos más críticos. Varios son los profesionales de blanco que desde su especialidad aplican sus conocimientos para que esa persona pueda vencer a este virus, que no respeta condiciones sociales ni currículum académico.

Un equipo de profesionales, en el que todos son igual de importantes, asiste a los pacientes con covid-19 en la UTI del Ineram.
En terapia intensiva, la democrática condición en que se encuentran los enfermos conlleva una lucha sin tregua de un sinnúmero de héroes.Archivo, ABC Color

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En terapia intensiva, la dramática condición en que se encuentran los enfermos conlleva una lucha sin tregua de un sinnúmero de héroes que día a día sacan adelante una vida, que se convierte en victoria o en una lamentable pérdida, que tiene detrás un nombre, un rostro y una familia que sufre.

La extenuante prueba que día a día libran los médicos, nutricionistas, enfermeros, fisioterapeutas y especialistas neumólogos es toda una experiencia en las unidades de terapia intensiva, lugar en que han aprendido sobre la marcha los altibajos de un virus nuevo que alcanzó al Paraguay.

En febrero de 2020, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner fue declarado por el Ministerio de Salud como uno de los centros de referencia para pacientes provenientes del extranjero con cuadros respiratorios.

El Lic. Lucas Zeballos, de la urgencia de adultos, destacó que frente a la enfermedad “todos somos iguales”. El enfermero reportó que “cuando ingresa un usuario al Ineram tratamos la enfermedad, el área física y psicológica, ayudamos a los familiares y la intención es que el enfermo se pueda recuperar lo más pronto posible. Aquí no importa su profesión, o si viene de tal familia o tiene tanta adquisición económica”, detalló.

La nutrición es uno de los puntales para estos pacientes. La Lic. Gabriela Quiñónez, por ejemplo, trata al paciente en sedación que tiene una sonda nasogástrica que va de la nariz al estómago. A través de ésta pasan suplementos nutricionales que vienen en forma de polvo que se reconstituyen y vuelven en forma líquida y le sirven al internado para nutrirse, según un cálculo de cuántas calorías necesita.

Los camilleros son otros trabajadores incansables. Richard Quiñónez no tiene reparos en afirmar que él está para brindar el servicio y el apoyo que necesitan los afectados.

Mientras los pabellones destinados a los pacientes críticos llegan a una ocupación del 100%, los profesionales de la talla del Lic. Luis Yuruhan, encargado del pabellón 5, acotan que lo más sensible es el momento en que una persona depende de una máquina y su vida pende de un hilo.

La etapa más dura

La etapa más difícil que describe el Lic. Marcelo Melgarejo, coordinador de los pabellones 3 y 4, es la contención del paciente y sus familiares, ansiosos de conocer la noticia de la evolución y de si va a salir. Educar, contener y medicar son labores que encaran con gran paciencia.

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La joven licenciada Eva Blanco habla de la dura experiencia en la que no hay palabras de ese último aliento, porque no es fácil darle el último adiós a los pacientes.

Son los héroes paraguayos, desconocidos para la mayoría de nosotros, que desde su lugar de trabajo lidian con una pandemia que no conoce de piedad y que día tras día se roba para siempre las vidas que no tienen precio y que dejan tras de sí un imponderable dolor.

A no descuidarse

Las autoridades sanitarias instan a no olvidar el protocolo sanitario: usar mascarillas, lavarse las manos frecuentemente y evitar las aglomeraciones.

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