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Lamentó que hoy deban enterrar a su joven sobrino por culpa de la insensibilidad e incomunicación de los secuestradores.
Carlos Aguilar, quien hoy se encuentra velando a su sobrino que será enterrado este lunes a las 10:30, dijo con mucha impotencia que la familia puso todo de su parte y estaban haciendo los mayores esfuerzos para cumplir con la suma pedida por los secuestradores, pero estos, aun así, ya no se comunicaron y procedieron a ejecutar al joven.
El miércoles pasado fue el último día en que la familia tuvo novedades del secuestrado y hasta el sábado nunca más los llamaron, aunque la familia pidió por todos los medios de prensa que por favor se comunicaran para coordinar la entrega del dinero.
Amigos les ayudaron a reunir el dinero
La carta la habían dejado un lunes y Carlos Aguilar recordó que, si bien no tenían la plata, estaban juntando con mucho esfuerzo el monto para cumplirles. Justo cuando gente amiga les dio una mano y consiguieron la suma, los captores tomaron la peor decisión.
Sostuvo que les dejaron siempre claro a estas personas su intención de cumplir y les imploraron negociar. Afirmó estar seguro de que los captores escucharon su pedido y aun así lo ignoraron.
“Hicimos nuestra parte, hoy estamos llorando y Jorgito está en un cajón”, dijo entre lágrimas.
Refirió que el cuerpo tenía algo similar a un orificio de bala, aunque también existe posibilidad de que hubiera sido un golpe. Aguilar aún no accedió a un informe oficial del médico forense.
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No se sabe qué intenciones tenían captores
No quiso entrar en especulaciones sobre si los captores tenían desde un principio la intención de matar a Jorge, pues, sostuvo, ya les quitaron lo más importante.
Jorge Ríos fue ejecutado por sus secuestradores y su cuerpo hallado a 10 metros del río Apa, en el lado brasileño, la tarde del sábado 3 de julio.
Más precisamente, el cuerpo se encontró en una zona conocida como asentamiento Caracol, estado de Matto Grosso do Sul, ubicada a unos 70 kilómetros de Sargento José Félix López.
El joven había sido secuestrado el pasado lunes a las 20:30 de la estancia Dos Hermanos, ubicada en la localidad de Sargento José Félix López, también conocida como Puentesiño.
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Los Bernal Maíz, involucrados
Fueron cuatro los que irrumpieron en la hacienda, de los cuales dos fueron reconocidos como los hermanos Hugo y Feliciano Bernal Maíz.
A estos dos hombres se los sindica como los líderes de la autodenominada Agrupación Campesina Armada- Ejército del Pueblo (ACA-EP) que había sido extinguida, pero que fue refundada por el clan Bernal Maíz.
El hecho involucra como responsables a miembros de una familia asociada al EPP y al EML.
Al reconocer al joven como el hijo de del propietario, también de nombre Jorge Ríos, se lo llevaron.
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