Retirarán piezas parisinas y anuncian desocupación de plazas asuncenas para el año que viene

La Secretaría Nacional de Cultura procederá al retiro de las esculturas parisinas ubicadas en la plaza Independencia-Constitución frente a la Catedral Metropolitana. Asimismo, se anuncia la desocupación del lugar para el primer semestre del año que viene.

Piezas parisinas, rodeadas de las refugios irregulares que ocupan las plazas asuncenas.
Piezas parisinas, rodeadas de las refugios irregulares que ocupan las plazas asuncenas.Gustavo Machado

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La Directora de Patrimonio de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Angela Fatecha, comentó que se decidió retirar las 7 piezas parisinas ubicadas en la Plaza Independencia-Constitución para realizar su restauración y protegerlas. Algunas de ellas se encuentran en mal estado. A la denominada “Primavera” incluso le falta un brazo.

La plaza se encuentra ocupada desde diciembre del año pasado por familias cuyas casitas irregulares ubicadas en la ex avenida Costanera fueron afectadas por un incendio que también consumió parte del Cabildo.

Tanto la Secretaría Nacional de Cultura como la Municipalidad de Asunción se “tiraban la pelota” entre sí desde diciembre hasta ahora sobre la responsabilidad de cuidar las plazas ubicadas frente al Cabildo, la Catedral y el Congreso, que están declaradas patrimonios históricos, así como las esculturas y monumentos que están en ellas.

Tras publicaciones de nuestro diario sobre el grave estado de estos espacios públicos y las esculturas, finalmente las autoridades crearon una mesa de trabajo entre ambas instituciones y aseguraron que hay voluntad política para la recuperación.

Desocuparán plazas, pero recién el año que viene

Una segunda reunión se realizó el jueves, con la presencia de otras instituciones invitadas, como el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Policía Nacional.

En la última reunión, el MUVH anunció que para el primer semestre del 2022 se llevará a cabo la mudanza de las familias, asegurando que están haciendo las gestiones para conseguir un predio y la construcción de viviendas, relató la directora de Patrimonio Fatecha.

Para la recuperación de las piezas, se prevé la firma de un convenio entre la SNC y la Municipalidad de Asunción. Las esculturas serán llevadas al Taller Municipal. Fatecha no quiso dar un estimativo de tiempo que se necesita para las refacciones, asegurando que primero se debe hacer un diagnóstico de las mismas.

En cuanto a la revitalización de las plazas, la directora comentó que se decidió la realización de un concurso para la puesta en valor del sitio. Sin embargo, aún no se decidió qué institución llevará a cabo el proceso y cuál será la fuente de financiación.

Historia y cultura, en medio de cloacas

En medio de cloacas, baños, terciadas y basura se encuentran seis obras artísticas que llegaron a nuestro país hace 111 años y fueron instaladas en la plaza Independencia-Constitución, frente a la catedral asuncena. Fueron declaradas como “Patrimonio Histórico Nacional” por la Ley 6.284. La escultura denominada “Primavera” se muestra en pésimo estado y ya le falta un brazo. En el hueco que quedó se formó un nido de abejas.

Las obras corresponden al francés Mathurin Moreau (1822-1912), escultor de reconocida trayectoria, y a Jules Moigniez (francés, 1835-1894). Muchas de sus esculturas adornan, en París, Francia, las iglesias de San Agustín y de la Trinidad, la ópera, Tuileries, el palacio del Trocadero, el Ayuntamiento y el Palacio de Justicia, según las investigaciones de la Secretaría.

La firma de las esculturas son de la fundición en donde fueron hechas, denominada “Fonderies Du Val D’Onse 58 B° Voltaire - Paris”. Fueron traídas al país durante la intendencia de Eduardo Schaerer (1908-1911), en los últimos meses de 1910, para el centenario de la Independencia Nacional.

Las obras se componen en total de ocho piezas, de las cuales seis están en la plaza. Se dividen en dos grupos, el primero es de las cuatro estaciones: la primavera, el otoño, el verano y el invierno. El segundo corresponde a los animales: el perro, el sapo, el puma y el ganso.

El puma está en el Museo Bernardino Caballero desde hace varias décadas, y el ganso había sido robado y recuperado en el 2019, por lo que actualmente se encuentra en taller escuela de la Municipalidad de Asunción para su restauración.

¿Qué significan las piezas?

La directora Clarisse Insfrán Echauri de la SNC nos remitió una serie de informes sobre las esculturas, en donde encontramos largas explicaciones de sus orígenes, características y significados. De ahí extrajimos los siguiente comentarios:

  • “El verano”, muestra una figura neoclásica de un adolescente joven que representa el verano, con el cuerpo ágil, se ennoblece por trajes antiguos, la túnica corta cuidadosamente modelada en “húmedo” (cerca del cuerpo) y en espera de la clamis (capa). Todo esto se refiere al trabajo de la cosecha.
  • “La Primavera”, figura femenina de estilo académico. Expresa serenidad en su rostro con los ojos semi cerrados. Vestida con una túnica larga, que llega a sus pies, unida por un broche (conocido en la antigüedad como fíbula). La escultura tiene varias perforaciones de balas, producidas durante manifestaciones y balaceras.
  • “El Otoño”, personificado por un joven realizando el trabajo de vendimia, que es la recolección de uvas. Aparentemente guarda relación con el calendario republicano francés que fue utilizado entre los años 1792 y 1806, sustituyendo al calendario gregoriano. “Vendimiario” es el primer mes de la estación de otoño en el calendario republicano francés, puesto que coincide esta estación con el trabajo de cosecha de uvas.
  • “El invierno”, personificado por una joven, que custodia el fuego. El historiador brasilero Laherte Guera, analizando a la reproducción de la obra Invierno que se encuentra en Brasil, cree que esta es una representación de una virgen vestal, una de las sacerdotisas de Vesta, encargada del mantenimiento del fuego sagrado que ardía perpetuamente en el santuario de la diosa en Roma.
  • “El Perro”. El prototipo original, atribuido a Jules Moigniez, artista reconocido por sus trabajos de esculturas de animales. No se trata de una posición habitual en la escultura de un perro; el artista buscó inmortalizarlo en el momento que custodiaba su hueso.
  • “El Ganso”. Se desconoce el autor de esta obra de estilo naturalista. Se puede deducir, por la hendidura que cuenta en boca, que esta pieza podría haber sido diseñada para formar parte de una fuente de agua. Se han encontrado registros de otros países que utilizan estas esculturas de animales alrededor la fuente, desde donde lanzan agua hacia el centro. Para los griegos y los romanos los gansos estaban consagrados a los dioses de guerra. Cuenta la leyenda que los gansos sagrados, guardados en Roma, salvaron la ciudad Eterna al dar aviso de la llegada de invasores. Representa la vigilancia, anunciando la presencia de extraños con sus revoloteos.
  • “El sapo”. Desde la antigüedad se asoció al sapo a multitud de leyendas negras, como las leyendas de brujas, que utilizaban las secreciones tóxicas de los sapos para realizar pócimas y entrar en trance. La iconografía medieval cristiana lo ha identificado con los pecados capitales, la avaricia, la gula, la lujuria, etc. Sin embargo, más en la actualidad gira el sentido del valor que representa y se asocia al sapo con el agua y esto con las emociones y el cambio, como buen augurio.
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