Secuestrador iba a comprar una casa con el dinero que se pagó por las tres víctimas

Uno de los dos criminales que secuestraron y asesinaron el lunes último a un colono alemán, a un capataz paraguayo y a un peón brasileño en la zona de San Pedro, fue capturado por la Policía y luego reveló dónde enterró los G. 1.064.400.000 que le tocaron del rescate cobrado. Un exempleado del alemán sería el otro autor material del homicidio múltiple.

Alfredo Benítez, secuestrador confeso capturado.
Alfredo Benítez, secuestrador confeso capturado.

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SAN ESTANISLAO, departamento de San Pedro (Sergio Escobar Rober, corresponsal). El secuestrador confeso detenido es Alfredo Benítez (38 años), quien cayó el jueves de noche al ser localizado en el asentamiento Agüerito, del distrito Santa Rosa del Aguaray, donde estaba buscando una casa para comprar con el botín del secuestro.

Ese primer procedimiento se hizo a 160 kilómetros de la estancia Ediger, de la compañía Bola Kua, del municipio de Itacurubí del Rosario.

Dicho establecimiento fue escenario del secuestro y posterior asesinato de su propietario, el colono alemán Helmut Ediger Friesen (75), así como del capataz paraguayo Rolando Díaz (24) y del peón brasileño Odair Dos Santos Filho (35).

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Tras su arresto, Alfredo Benítez contó al fiscal Lorenzo Lezcano y a los policías de Antisecuestro que lo detuvieron dónde había enterrado parte del botín. El lugar era el patio trasero de la casa de su padre, en la zona de la Calle 10.000 Santa Teresa, que queda ya en jurisdicción de San Estanislao (Santaní), a solo nueve kilómetros del lugar donde secuestraron y mataron a las tres víctimas.

Entonces, ya en horas de la madrugada de ayer, la comitiva regresó hacia la zona del crimen y en el segundo operativo desenterró el dinero que estaba contenido en bolsas bancarias protegidas con ropas viejas dentro de una carpa negra.

En total se recuperaron G. 1.064.400.000, en billetes de G. 100.000. En principio, el maleante intentó sobornar a los investigadores con ese dinero.

Su cómplice

Al ser interrogado, el detenido delató al otro autor material, Cleomar Neves (30), quien trabajó durante nueve años como peón en la estancia del alemán asesinado, hasta que fue despedido hace tres años.

Con ese nuevo dato, el equipo se trasladó 55 kilómetros hasta el barrio Monte Alto de Santaní, donde en la tercera operación de la causa allanaron la vivienda de Cleomar Neves, quien sin embargo no fue encontrado y ahora pasa a ser uno de los más buscados del Paraguay.

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Identificación

En la referida ciudad, los investigadores ofrecieron una conferencia de prensa en la que mostraron la plata recuperada y brindaron los detalles de la pesquisa.

Por ejemplo, contaron que Cleomar Neves participó en el primer ataque contra su expatrón Helmut Ediger Friesen, ocurrido el 31 de julio pasado, cuando lo asaltaron y quemaron su camioneta.

De hecho, Cleomar metió aquella vez su chip en el celular que le robaron al alemán y esa pista fue clave para su identificación en el caso anterior y en este que ya resultó fatal.

La identificación del ahora detenido, Alfredo Benítez, se produjo precisamente porque recibió en su teléfono varias llamadas de Cleomar Neves antes, durante y después del secuestro y asesinato del alemán, el paraguayo y el brasileño.

El fiscal Lorenzo Lezcano ya presentó imputación ayer contra el detenido Alfredo Benítez por secuestro y homicidio doloso.

Aunque Alfredo Benítez admitió que utilizó un viejo fusil recortado durante el secuestro, negó haber sido el que le disparó en la cabeza al hacendado alemán y al peón brasileño, así como también culpó a su cómplice, Cleomar Neves, de ser el que le degolló al capataz paraguayo.

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