Juan Miguel Estigarribia es un constructor beneficiado, y él mismo se encarga de construir su vivienda a través de una negociación con los responsables del proyecto. “Yo lo que quiero es un encadenado de hormigón armado arriba, eso yo les reclamé, pero me dijeron que no me iban a aceptar porque no está en las especificaciones técnicas”, señaló.
Lea más: Beneficiarios de viviendas sociales seguirán esperando
El padre de familia aseguró que para colocar el encadenado a media altura de la casa, inclusive está dispuesto a comprar los materiales de su bolsillo, sin pedir a la empresa constructora, ya que eso le dará tranquilidad de que en poco tiempo la estructura no pueda derrumbarse, con el enorme peso que sumarán las tejas y los tejuelones que se proyectan colocar sobre las casas.
Unas 34 familias de la comisión del asentamiento San Isidro, lado Oeste, fueron adjudicadas con el subsidio habitacional en la modalidad conjuntos habitacionales para grupos organizados, sobre un monto millonario de G. 3.297.939.566. La obra fue adjudicada a la firma JC de Gerónimo Viveros Martínez.
Lea más: Reclaman mayor presupuesto para acceder a viviendas propias
La supervisora del proyecto, la arquitecta Graciela Ortiz, dijo durante una reunión que no se requería la instalación de los encadenados en la media altura de las viviendas porque todo fue planificado de acuerdo con estudios pertinentes.
Es más, sostuvo que en ninguna parte se experimentó un derrumbe de viviendas construidas por Fonavis en las mismas condiciones.
Otra de las preocupaciones de los beneficiados es la falta de estudios de suelo para determinar la seguridad de las casas construidas en lugares arenosos. Los responsables del proyecto se comprometieron realizar los estudios correspondientes.