ANR: victoria del cartismo en internas fue “castigo” a “incompetencia” de Abdo, según analista

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Santiago Peña dijo a medio argentino que acusaciones contra Cartes son mentiras y que Paraguay no es tan corrupto como se cree.
Santiago Peña (a la derecha) y el expresidente Horacio Cartes durante los festejos por la victoria de Peña en la interna colorada previa a las elecciones presidenciales de abril.Rubén Peña

El analista político Marcelo Laqui opinó que el oficialismo perdió las internas del Partido Colorado por la tendencia histórica del votante colorado de “castigar” a la facción en el poder, y por el “fracaso” de Mario Abdo Benítez durante su mandato.

En comunicación con ABC Cardinal este sábado, el analista político Marcelo Laqui reflexionó sobre los resultados de las elecciones internas de la Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado), en las que la facción Honor Colorado del expresidente Horacio Cartes derrotó al oficialismo en las pugnas por la candidatura colorada a la Presidencia de la República en las elecciones generales de abril y por la titularidad del partido.

En opinión de Laqui, tanto la derrota del presidente Mario Abdo Benítez frente al expresidente Cartes en la pugna por la presidencia de la ANR como la victoria del precandidato presidencial cartista Santiago Peña sobre el oficialista Arnoldo Wiens tienen una explicación doble.

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“En la ANR históricamente el oficialismo pierde por la lógica misma del partido, es un partido afectivo y basado en una estructura clientelar, generalmente quien gana no consigue llenar las expectativas de sus electores, y el colorado elige al que no ganó la elección anterior, castiga sin cambiar de partido”, dijo Laqui.

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El experto señaló que esa dinámica se ha visto en la ANR desde la elección de Juan Carlos Wasmosy, quien perdió las internas coloradas de 1992 siendo el candidato del entonces presidente Andrés Rodríguez, y finalmente obtuvo la candidatura por un amaño de los resultados y pasó a convertirse en presidente de la República en las generales de 1993.

La única excepción, señaló Laqui, es la victoria de Blanca Ovelar, candidata del entonces presidente Nicanor Duarte Frutos, en las internas coloradas de 2007, quien sin embargo iría a perder las elecciones generales de 2008 contra Fernando Lugo.

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“Es casi imposible que un presidente pueda cumplir en Paraguay, donde el Estado es casi inexistente, con las necesidades de todos sus electores”, agregó Laqui.

“El peor presidente”

El presidente Mario Abdo Benítez.
El presidente Mario Abdo Benítez.

La otra razón de la derrota del oficialismo, a juicio del analista, es el “fracaso personal” del presidente Mario Abdo Benítez, a quien Laqui, quien vive en Paraguay desde 1997, calificó como “el peor presidente que hemos tenido desde que vivo en este país”.

“La incompetencia y fracaso de cuatro años y medio hicieron que Abdo pierda de manera importante” contra un candidato que ya fue “castigado” por los colorados en las internas de 2017, en las que Abdo obtuvo la candidatura colorada a la Presidencia de la República con una diferencia de 15 puntos porcentuales sobre Santiago Peña, señaló Laqui.

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“Su ego es mucho más grande que su nivel intelectual”, opinó Laqui del presidente Abdo, agregando que a su juicio, la decisión de Abdo de presentarse como candidato a presidente de la ANR fue un error basado en ese ego.

“Esta derrota grande (del oficialismo) ayuda a fortalecer al cartismo, sobre todo internamente”, insistió el analista. “Después de haber luchado cuatro años y medio para destruir al cartismo, (Abdo) le dio una ventaja para volver al objetivo de volverse un movimiento hegemónico en la ANR”.

“Hinchas de un equipo de fútbol”

Laqui indicó que a pesar de las diferencias internas coyunturales que puedan existir dentro de la ANR, “el voto colorado no se pierde”, señalando estudios que indican que al menos dos tercios de los electores colorados afirman que “van a votar por su partido siempre”.

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“El voto colorado y el liberal son estructurados sobre una afectividad al partido, son hinchas de un equipo de fútbol”, ilustró.

En ese sentido, indicó que, para obtener una victoria en las elecciones generales de abril, la oposición necesita “un proceso que permita equilibrar su fuerza”, señalando que “si esperás ganar solo porque tenés un buen programa o porque el último presidente era altamente corrupto, te vas a encontrar con una gran desilusión, no funciona así el sistema político paraguayo”.

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Laqui explicó que la realidad política paraguaya se basa fuertemente en el concepto de identificación partidaria, una tendencia que establece que “el elector tiende en su juventud a identificarse con una fuerza política (…) y se queda en ese partido para siempre”.

“El ser colorado o ser liberal es parte de identidad social”, explicó, aclarando que eso no significa que no existan casos de personas nacidas en familias coloradas o liberales que se pasen a otros partidos, pero indicó que esos casos son minoría.

Eso, explicó, da una ventaja al Partido Colorado sobre el opositor Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) por la simple diferencia en números que existe entre ambos partidos, algo que obliga a los liberales a construir alianzas con otros partidos de la oposición, que aglutina a ideologías políticas a veces polarmente opuestas.

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Laqui indicó que los partidos “hegemónicos” paraguayos no pueden ser definidos como de centro, derecha o izquierda, ya que todas esas corrientes ideológicas conviven dentro de ambos. La diferencia, explicó, es que la ANR unifica esas ideologías en el marco de la afectividad de sus electores, mientras que el PLRA debe trabajar con partidos en conflicto ideológico como el conservador Patria Querida y el progresista Frente Guasu, lo que supone una complicación adicional para la oposición.

Las chances de la oposición

Soledad Núñez y Efraín Alegre, en la Casa del Pueblo.
Efraín Alegre y Soledad Núñez, candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República por la Concertación Nacional.

“La oposición puede ganar elecciones, las ha ganado (…), condiciones hay, no podemos asumir que el Partido Colorado gana siempre, pero hay que asumir que (la ANR) tiene una ventaja”, agregó, ejemplificando la pugna electoral como “una carrera de cien metros” en que la ANR parte 20 metros adelante.

Para acortar esa ventaja, indicó, la oposición necesita “unificar más su posición” y aglutinarse tras un candidato “que unifique y no produzca rechazo entre los colorados”, señalando como ejemplo a Fernando Lugo, quien durante su campaña presidencial destacó el hecho de que venía de una familia colorada.

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También opinó que el enfoque que la Concertación -cuyo candidato presidencial es el liberal Efraín Alegre- ha dado a la pugna electoral como una lucha contra el crimen organizado, con el que identifica a Horacio Cartes, no tiene mucha efectividad con la población en general, que se mueve por necesidades concretas como el trabajo, la alimentación, la salud o la educación.

La selección de un candidato del Partido Liberal como postulante de la Concertación, opinó Laqui, supone otra desventaja porque para el colorado “el liberal es el enemigo, no podés pretender que los colorados no se organicen en contra”.

“Si Cerro Porteño por algún milagro llega a la final de la Libertadores, los olimpistas no le van a hinchar”, ejemplificó.