Con la presencia de familiares y ciudadanos autoconvocados, este domingo en la Catedral Metropolitana de Asunción se realiza una misa oficiada por el cardenal Adalberto Martínez para exigir justicia por la muerte del joven Fernando Báez Sosa, quien fue asesinado en enero del 2020 en Villa Gesell, Argentina.

Atendiendo a que el joven era hijo de paraguayos residentes en el vecino país, el caso siempre tuvo bastante eco en Paraguay, más aún por los familiares de la víctima que residen en el territorio nacional.

Para mañana se espera que la justicia de Argentina dé su sentencia por el asesinato de Fernando, en que los acusados son ocho rugbiers identificados como: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).

Debido a la cercanía del veredicto, hoy se realiza esta misa en Asunción y, al respecto, Carolina Bejarano, una estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción, indicó que las tías de Fernando y también sus primas participan del acontecimiento para exigir justicia por su familiar fallecido.

Asimismo, Bejarano manifestó que los ciudadanos autoconvocados están “pendientes” de la sentencia por el caso, esperando -en su caso particular- que se otorgue la cadena perpetua a los “asesinos de Fernando”.

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Cardenal recuerda a Fernando Báez Sosa

Al oficiar la misa, el cardenal Adalberto Martínez recordó al joven Fernando Báez Sosa y también a “nuestros hermanos y hermanas” que fallecieron a causa de la violencia, orando por ellos y por la fortaleza para sus seres queridos.

Sobre el asesinato del joven en Argentina, el religioso indicó que el papa Francisco también ya se solidarizó con la familia de la víctima, mediante cartas y llamadas telefónicas.

En referencia a la ola de violencia que existe en Paraguay, Martínez dijo que “un gran porcentaje” de las noticias emitidas por los medios de comunicación corresponden a hechos violentos y resaltó que en nuestro país “aún hay mucho por trabajar” en referencia a la inequidad y vulnerabilidad ante la falta de cuidado a “los más frágiles”.

“Rezamos por las víctimas de feminicidio y otros crímenes en nuestro país. Exhortamos al Ministerio Público y al Poder Judicial que estos asesinatos sean investigados y no queden impunes. Solo Dios es Señor de la vida y nadie puede atribuirse matar a un ser humano”, apuntó el cardenal.

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