En comunicación con ABC Cardinal este jueves, el ministro del Interior, Federico González, negó informaciones que circulan en redes sociales, que afirman que hubo fallecidos y personas desaparecidas en el marco del despeje, realizado el miércoles, de la manifestación que se desarrollaba desde semanas antes en las inmediaciones del Tribunal Superior de Justicia Electoral.
El miércoles en horas de la madrugada, la Policía Nacional dispersó a la fuerza a los manifestantes que se hallaban en el sitio dando continuidad a las protestas en rechazo de los resultados de las elecciones generales del pasado 30 de abril.
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Despeje de manifestación: uso de la fuerza fue “mínimo”
El ministro González dijo que el uso de la fuerza en el operativo fue “mínimo” y que “la operación desde el punto de vista de la seguridad fue un éxito”, afirmando que no se registraron “bajas ni heridos” entre los manifestantes, y que solo cinco agentes policiales resultaron con lesiones leves.
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Agregó que las autoridades conversaron constantemente con el Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura y la organización no gubernamental activista por los derechos de los indígenas Tierraviva, y que el operativo contó con presencia de la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y la dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.
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Calificó la difusión de “información falsa” sobre supuestas muertes y desapariciones de menores como “una pena” y algo “injusto”.
Agregó que el cacique de la comunidad a la que supuestamente pertenecían las personas denunciadas como desaparecidas se comunicó con el Mecanismo de Prevención de Tortura y confirmó que no había personas desaparecidas entre los miembros de su comunidad.
Las “etapas” de las manifestaciones
Las protestas comenzaron el 1 de mayo, un día después de las elecciones generales, luego de que el excandidato presidencial Paraguayo Cubas (Cruzada Nacional) hiciera una denuncia de supuesto fraude electoral que hasta ahora no ha sustentado con pruebas.
Desde entonces se produjeron protestas en varios puntos del país, particularmente en las inmediaciones del Tribunal Superior de Justicia Electoral, con manifestantes constantemente apostados en la intersección de las avenidas Eusebio Ayala y Médicos del Chaco.
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Según expuso el ministro González, las manifestaciones consistieron de dos “etapas”, una inicial en la que los manifestantes eran principalmente de Asunción o el departamento Central, y una posterior a los primeros días, en que se sumó un gran número de campesinos y miembros de pueblos originarios.
El ministro afirmó que las autoridades tenían información de que entre los manifestantes había más de 100 niños, además de “gente que vino con la misión expresa de causar daño”, y que líderes indígenas y campesinos no dejaban ir a las personas que querían retirarse.
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Agregó que “manejábamos información de que niñas indígenas estaban siendo prostituidas y corrían muchas sustancias”.
El Mecanismo de Prevención de Tortura afirmó que vio indicios de posibles “excesos” por parte de la Policía contra los manifestantes durante las dos semanas de protestas, incluyendo agresiones indebidas y omisión de atención médica a personas detenidas.