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La densa lluvia que se desató alrededor de las 18:00 en Areguá no impidió que vehículos y motocicletas provenientes del interior del país continuaran su trayecto de manera ordenada. A pesar de la ausencia notoria de la Policía de Tránsito en la rotonda del casco urbano de la ciudad, el tráfico se desenvolvió con normalidad.
Se observó la llegada constante de vehículos, sugiriendo un retorno de personas que disfrutaron de las festividades. La lluvia no afectó significativamente la fluidez del tráfico, aunque los raudales volvieron a ser protagonistas al interrumpir la tranquilidad de los peatones en las paradas de buses, volviendo aún más lento el tránsito.
La baja actividad turística y el cierre de locales también influyeron en el movimiento del tránsito. A pesar de ello la cooperación de los conductores contribuyó a mantener la calma en medio de la lluvia.