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Trabajar como delivery implica muchos riesgos a diario: por un lado está el temor a los accidentes de tránsito y, por otra parte, el miedo a ser asaltados. Dos conductoras que se dedican a ese rubro relataron a ABC TV los problemas a los que se enfrentan cada día para poder llevar el alimento a su hogar.
Sonia Beatriz Sánchez trabaja sobre ruedas desde hace dos años, pero ahora se encuentra de reposo absoluto luego de haber sufrido un fuerte choque cuando estaba llevando un pedido sobre la avenida Gaspar Rodríguez de Francia, en su intersección con Tacuary. Terminó con traumatismo de tórax y fracturas en la costilla, por lo cual deberá permanecer al menos seis meses en cama, sin poder trabajar, relató el periodista de ABC Rodolfo López.
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La trabajadora señaló que los accidentes de tránsito constituyen uno de los riesgos en la distribución de los pedidos, pero debe trabajar porque en casa tienen una familia que alimentar. “Son momentos muy difíciles para nosotros, muchos compañeros ya murieron. A mí me tocó el domingo”, lamentó.
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Aseguró que la otra conductora involucrada hasta el momento no se hizo cargo de los gastos, por lo cual tiene que depender de la solidaridad. “Ya tuve que gastar G. 1.500.000 y en un mes gano apenas sueldo mínimo”, lamentó.
La víctima manifestó que sus familiares, amigos y vecinos están trabajando para ayudarla, pues no tiene los recursos para enfrentar su recuperación. Destacó que su caso ya está en la Fiscalía y espera que la mujer que ocasionó su accidente se haga cargo, a pesar de que cree que “la Policía está del lado de ella” e incluso habló de ofrecimientos de coima.
En otro momento, agregó que debe trabajar con su hija y en dos ocasiones ya fueron asaltadas cuando debían entregar pedidos. “Nosotros no sabemos si volvemos con nuestras familias cuando salimos a trabajar. Ese es el gran riesgo que tenemos... Accidentes, asaltos, violación, de todo pasamos”, expresó.
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Peligros aumentan a la noche
Otra trabajadora que se dedica al mismo rubro, Liz Garcete, contó que el peligro aumenta sobre todo en horas de la noche. Señaló que principalmente temen cuando llegan para entregar sus pedidos, pues generalmente los clientes demoran en salir y ese es el momento en que los delincuentes aprovechan para atacarlas.
“Es muy peligroso, ya se me robó una moto, en otra ocasión un celular... Estamos muy expuestos a accidentes y robos”, lamentó. Agregó que deben realizar muchos viajes para generar ganancias suficientes.
Finalmente, lamentó que todos los días se enfrenten a los diversos peligros, pero agregó que necesitan trabajar.