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Miles de jóvenes participaron de la XXVII peregrinación nacional juvenil, que se inició con una concentración en el Semanario San José y terminó con la misa vespertina en el santuario de la Virgen de Caacupé. La celebración está siendo presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya y obispo de San Pedro, Mons. Pedro Jubinville.
Los jóvenes dieron a conocer un manifiesto en el que manifiestan su preocupación por el futuro del país, que expresa “está comprometido a causa de la narcopolítica”, y advierte de la protección política a las bandas criminales que ya no es un secreto, ante la fragilidad de nuestras instituciones, que han dado la cordial bienvenida a esta realidad en nuestro país. Lamentan igualmente que los casos de sicariato ya formen parte de las noticias diarias.
“Llegamos a un punto en que normalizamos las muertes, y la violencia. ¿No les inquieta ver el país que dejan a sus nietos a causa de sus ambiciones? No olvidamos a nuestros secuestrados, ¿Dónde están, que hacen por ellos?”, dice el manifiesto.
Los jóvenes señalan que las malas decisiones y malas acciones del gobierno de turno, hacen incierto el futuro.
Congreso da lástima
“Tenemos un Congreso que da lástima, con muy bajo nivel de conversación, poca capacidad de diálogo, y sobre todo nula intención de la mayoría, para velar por el bienestar de sus compatriotas. Lo que vemos desde aquí, es que, sí, ellos sí ya están mejor”, cuestionan.
En el manifiesto, exhortan a dejar de malgastar e invertir verdaderamente en las instituciones públicas. Agrega que en salud los medicamentos no llegan, las salas de internación no abastecen y hasta son insalubres. En educación, resaltan que hay pocas escuelas; la infraestructura es mala en muchas instituciones, también los docentes no perciben salario justo. En tanto, la merienda escolar no llega a todos por incapacidad.
Los jóvenes cuestionan igualmente el deficiente curriculum de materias y horas cátedras, “lo que los jóvenes aprenden en clase, no corresponde a la realidad que viven al terminar el colegio, faltan más materias técnicas”. Agregan que en Paraguay “hay mentes brillantes, dispuestas a innovar, por favor, involucren a estas personas, escúchenlas!”.
Sobre la situación de los privados de libertad, afirman que duele cómo nuestras Penitenciarías se han convertido en escuela para delinquir, y se preguntan ¿de qué manera cumplimos el fin de la reinserción del reo a la sociedad? “Entran ladrones y salen sicarios”, indican.
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Los jóvenes también cuestionaron duramente el transporte público. “el transporte público, por ejemplo, no amerita más subsidios porque no mejora, al contrario, cada vez está peor, sin horarios, sin mantenimiento, sin flota que alcance ¿Por qué seguimos subsidiando algo que no sirve?
Lamentan también el flagelo de los accidentes de tránsito, se ha vuelto una catástrofe día tras día, en rutas que se han vuelto intransitables y causan muertes.
Exigen no normalizar nepotismo y privilegios
En el manifiesto, los jóvenes abordaron igualmente el nepotismo y la corrupción que se han vuelto un discurso repetido. Dicen que muchos jóvenes están estudiando, o terminamos ya una carrera, pero no accedemos a puestos de trabajo, porque los que hay son ocupados por los “hijos de”, que, sin demeritar su capacidad intelectual, es injusto que no se haga el mismo procedimiento de selección con todos los postulantes.
Se preguntan ¿por qué normalizamos los privilegios? y cuestionan que los privilegios estén ahí como en las jubilaciones VIP, en los viajes VIP, en los combustibles VIP, en los seguros VIP, en los salarios y los aumentos VIP para algunos que ni siquiera trabajan, y mientras tanto se dan rodeos para no otorgar una justa pensión a las personas con Discapacidad en situación de vulnerabilidad. “Nos duele despedir del país a talentosos profesionales de distintas áreas, a lugares donde sufren humillaciones solo porque son extranjeros”, agregan.
Los jóvenes afirma que muchas veces son tildados de haraganes o de indiferentes, “pero la verdad es que cada día peleamos con el tiempo para que nos alcance entre el trabajo y los estudios, entre el estudio y el trabajo que buscamos, entre el trabajo y el estudio que no podemos terminar por falta de tiempo o dinero, entre los sueños que no alcanzamos y la realidad que cada día nos dificulta más cumplirlos, esa es nuestra lucha diaria”.
Asímismos invitan a sus coetáneos a participar de las elecciones, porque “somos nosotros los que elegimos a quienes administran el sistema público”. Por tanto invitan a asumir el ejercicio de la democracia de ser responsables, “votemos con responsabilidad! Y dentro de la responsabilidad que nos toca, seamos responsables del cuidado del medio ambiente, quemar basuras es criminal en cualquier circunstancia”.
Abuso es montaña y no piedrita
“Repudiamos los diferentes tipos de abusos que existen en nuestros entornos de servicio pastoral. Muchas veces, encubiertos para proteger la Institución, ¡no podemos aceptar eso!”, dice otra parte del manifiesto e invitan a la jerarquía a escuchar cuando se denuncia un acoso o abuso en la Iglesia. “Escuchen y crean a las posibles víctimas; no es fácil hablar, y menos cuando no te creen o te señalan como alguien que está haciendo mal a la Iglesia, y no como víctima”.
En un caso de abuso en Limpio, el hoy arzobispo emérito Edmundo Valenzuela, había pedido no convertir una piedrita en montaña. Al respecto, el manifiesto juvenil dice “no se puede tapar el sol con el dedo, ni hacer de una montaña una piedrita. Ante esto, nos estamos formando para que ningún abusador salga impune y pedimos a cada Diócesis del país que tengan un lugar donde poder denunciar de manera segura”.
Al mismo tiempo, sostienen que duele ver las estadísticas de abusos sexuales en niños y adolescentes, todos los días niños, niñas y jóvenes, pasan por esta cruel violencia, muchos denuncian, otros no, a muchos no les creen, o les dicen que callen, solo criminales pueden hacerle esto a inocentes, las penas para estos delitos deben ser severas. El dolor y el trauma que causa, es para toda la vida. Manifestaron igualmente preocupación por la crisis climática y piden garantizar el agua y caminos en el Chaco, para llegar a un hospital, así como evitar la explotación indígena.