¿Cuánto deben los asuncenos por bonos y por las obras que Nenecho no hizo?

Esquina de General Santos y San Antonio, donde Óscar "Nenecho" Rodríguez (ANR-HC) prometió obras de desagüe pluvial.
Esquina de General Santos y San Antonio, donde Óscar "Nenecho" Rodríguez (ANR-HC) prometió obras de desagüe pluvial. (Archivo)SILVIO ROJAS

Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-HC), exintendente de Asunción, dejó una deuda de US$ 214 millones por bonos emitidos para obras, muchas de las cuales no se ejecutaron. Además, los asuncenos deberán pagar con sus impuestos otros US$ 26,6 millones que aún se deben a contratistas de las cuencas de desagüe pluvial que sí empezaron, pero aún no terminan. De los bonos G8, G. 512.000 millones fueron desviados a gastos corrientes, en su mayoría a salarios.

El exintendente de Asunción Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista) dejó como nefasta “herencia” una deuda de US$ 214 millones por bonos emitidos para obras, muchas de las cuales no se realizaron. El detalle se encuentra en el balance general al 31 de agosto, parte de la rendición de cuentas del segundo cuatrimestre, actualmente en estudio en la Junta Municipal.

Con los bonos G8, que fueron emitidos en 2020, debían ejecutarse ocho cuencas de desagüe pluvial. Cuatro no se hicieron. Por las cuatro obras que sí iniciaron, pero están inconclusas, el saldo a pagar a las contratistas supera los US$ 26,6 millones, según datos oficiales de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).

Las cuencas pluviales de Abasto, San Pablo, General Santos y Santo Domingo, que en agosto tenían un avance de entre el 2% y el 30%, son apenas la mitad de las que Rodríguez prometió. Pero en la cuenta destinada al dinero de G8, apenas quedan G. 23 millones.

Hugo Martínez, director de Administración y Finanzas de la Municipalidad de Asunción.
Hugo Martínez, director de Administración y Finanzas de la Municipalidad de Asunción.

Hugo Martínez, actual director de Administración y Finanzas de la Municipalidad, confirmó que el “exiguo” saldo que aún queda en la cuenta bancaria se utilizará para pagar las obligaciones que surjan hasta el cierre del año y que a partir del año próximo, se utilizarán recursos propios, es decir, lo que se recaude en tributos.

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Millones en obras inconclusas

Carlos Pereira, que entre junio y agosto intervino la gestión de Nenecho, documentó en su informe final que las obras en las cuencas de General Santos y Santo Domingo, iniciadas este mismo año, tenían un avance mínimo, pese a lo cual, según datos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), las contratistas recibieron elevados anticipos.

Por la cuenca de la avenida General Santos, adjudicada por G. 42.305 millones, la Constructora Teco SRL, representada por Erik Wolf, recibió un anticipo de G. 8.199 millones. Al cierre de la intervención, la obra tenía apenas un 3,35% de ejecución, correspondiente solamente a los trabajos de pavimentación de calles alternativas. El saldo a pagar es de G. 34.105 millones.

La cuenca Santo Domingo fue adjudicada al Consorcio Pluvial Santos, representado, entre otros, por Óscar Antonio Rubiani. El costo total de la obra es de G. 72.389 millones y el anticipo recibido fue de G. 14.030 millones (19%). El avance registrado por Pereira, al cierre de la intervención, fue de apenas el 2% y el saldo a pagar es de G. 58.359 millones.

Obras en la zona de Nuestra Señora del Carmen, barrio Santo Domingo.
Obras en la zona de Nuestra Señora del Carmen, barrio Santo Domingo.

El proyecto del Abasto (35% de avance) fue adjudicado al Consorcio Pluvial Abasto; representado, entre otros, por Óscar Antonio Rubiani. De un total de G. 71.393 millones, ya se pagaron G. 24.386 millones (34%). La cuenca San Pablo (30% de avance), fue adjudicada al Consorcio CCC Tecsul, representado por Mauricio Javier Cordero. De un total de G. 64.777 millones ya se pagaron G. 18.156 millones (28%).

Otro de los hallazgos del interventor fue que Rodríguez infló hasta en US$ 8 millones el costo de los pocos desagües que inició, pero no terminó, con los bonos G8.

Deuda de bonos, hasta 2035

Según consta en el balance general al 31 de agosto, componente del informe de gestión al segundo cuatrimestre, actualmente en estudio en la Junta Municipal de Asunción, la deuda de bonos es de G. 1,5 billones (US$ 214 millones), incluidos capital e intereses.

Solo por el capital, la Municipalidad de Asunción debe aún G. 12.500 millones de los bonos G5 (anteriores a la gestión de Nenecho), G. 50.000 millones por G6, G. 200.000 millones por G7, G. 360.000 millones por G8 y G. 195.000 millones por G9. En total, solo por el capital, se deben todavía G. 817.500 millones.

Óscar "Nenecho" Rodríguez (ANR-HC), exintendente de Asunción.
Óscar "Nenecho" Rodríguez (ANR-HC), exintendente de Asunción.

En intereses por esos mismos bonos, la deuda a pagar asciende a G. 675.894 millones. Documentos oficiales de la comuna dan cuenta de que estas deudas se terminarán de pagar, si no hay reestructuración de pagos, en 2035, por lo que afectará a al menos dos administraciones municipales más.

Exiguo saldo en bancos

En su informe final, el interventor Carlos Pereira, confirmó que mediante “terribles prácticas ilegales”, como la utilización de una “cuenta única”, Rodríguez desvió G. 512.000 millones mediante las cuentas bancarias de los bonos G8, emitidos exclusivamente para obras en 2022, por G. 360.000 millones.

Ese desvío se ve reflejado en los saldos bancarios de las cuentas destinadas a ese dinero. La suma total de las cuentas, incluidos los bonos G3, G4, G5 y G8, apenas alcanza los G. 447 millones, aproximadamente US$ 64.000 al tipo de cambio de ayer.

El 22 de agosto, minutos antes de la presentación del contundente informe de la intervención a su gestión y ante la inminencia de su destitución, Rodríguez presentó su renuncia. En su reemplazo, la Junta Municipal eligió a Luis Bello (ANR-cartista), quien enfrenta críticas por mantener el modelo de gestión dejado por Nenecho, pese a algunos cambios en su Gabinete.

Rodríguez, en tanto, enfrenta por lo menos ocho procesos judiciales, incluyendo una acusación formal por lesión de confianza y asociación criminal en la causa de los “detergentes de oro”.