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El 23 de octubre de 2012, en el estadio “General Pablo Rojas”, Cerro disputaba un cotejo de fútbol contra el Colón de Santa Fe argentino, por la Copa Sudamericana.
Durante el segundo tiempo, se desataron algunos disturbios en las gradas. Los hinchas visitantes arrojaron objetos contra los locales, por lo cual la Policía Nacional intervino.
Los jugadores de Colón, tanto visitantes como suplentes, se acercaron al alambrado del sector visitante para apaciguar los ánimos.
El arquero Diego Raúl Pozo, entonces titular, lanzó puntapiés contra la humanidad del policía Alfredo Marín Ruiz (29) y del empleado del club Cerro Porteño, Ramón Óscar Rolón Vera (45).
Como consecuencia de aquel hecho, el argentino había sido imputado en febrero pasado por el fiscal Christian Bernal.
El representante del Ministerio Público aceptó un acuerdo conciliatorio entre Pozo y las víctimas.
Ese acuerdo incluía el pago de unos US$ 3.000 a cada uno como reparación del daño causado; además, debía entregar G. 30.000.000 como donación al Centro de Emergancias Médicas.
De acuerdo a un comunicado de prensa del Ministerio Público dado a conocer este jueves, el arquero argentino ya cumplió cabalmente con el pago del resarcimiento y la reparación del daño social ocasionado.