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La fiesta mariana en homenaje a Tupasy Caacupé fue todo un gran acontecimiento religioso, con la presencia de numerosos compatriotas que viven y trabajan en diferentes ciudades de los Estados Unidos.
Fueron 12 días de recorrido del obispo por ciudades como Los Ángeles, California, Queens, Brooklyn, White País, Mamaroneck, Nueva Jersey y Nueva York. En todos estos lugares se realizaron celebraciones religiosas con la colectividad de paraguayos residentes en la zona.
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La gira culminó este domingo con la misa central presidida por monseñor Escobar en la catedral St. Patrick’s (San Patricio), ubicada sobre la famosa Quinta Avenida de la ciudad de Nueva York. En la oportunidad, el sitio lució como un verdadero rincón de nuestro país, donde sobresalían el flamear de nuestra tricolor bandera y las mujeres y los hombres ataviados con trajes típicos del Paraguay.

Homilía
El obispo Escobar destacó la gran cantidad de fieles presentes durante la celebración religiosa y, de manera especial, de los paraguayos. “Queremos darle gracias a Tupasy Caacupé por dar la posibilidad de este encuentro, acción que solo la Madre de Jesús puede concretar”, indicó.
Agregó: “Por una mujer vino la salvación del mundo; esta mujer es María, que sin ningún tipo de condiciones aceptó el proyecto de Dios. Mamá María se juega por sus hijos y de una manera especial para con sus hijos migrantes de diferentes países que se encuentran por estos lugares”.
En otro momento, indicó que la presencia de Jesús, el Hijo de Dios, es capaz de transformar nuestros corazones para posibilitar tener una vida mejor. “Debemos buscar ese tipo de felicidad, procurando siempre hacer el bien a los demás”, dijo el religioso.

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Finalmente, instó a los fieles a ser buena noticia para los pobres, para aquellas personas que sufren, “hacer una obra de caridad en nuestra familia, nuestro trabajo, con nuestros amigos; si actuamos de esta manera, el mundo tendría una verdadera razón de vivir”, sostuvo.
Al término de la celebración religiosa se desarrolló un encuentro entre los compatriotas, varios de los cuales, tanto mujeres como varones e inclusive niños, estaban vestidos con trajes típicos de nuestro país.
