En el Alto Paraguay no cesan los hechos de abigeato

El sábado en horas de la mañana, se encontraron restos de animales vacunos faenados de forma clandestina, a escasos metros del casco urbano de la comunidad de Bahía Negra, la situación fue denunciada por vecinos del lugar, quienes dieron aviso a los uniformados de la comisaria.

Una vez que llegaron al lugar señalado, los agentes policiales, encontraron los restos de 2 animales vacunos faenados al costado del camino, propiedad del ganadero Aristaldo García, los abigeos aprovecharon el momento en que este productor se encontraba de viaje.

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El lugar donde se produjo este hecho se ubica a unos cinco kilómetros del casco urbano, sobre el camino de la línea 1. Los uniformados pudieron constatar que los ladrones cortaron la alambrada perimetral para ingresar a la citada propiedad para sacar los vacunos y faenarlos en ese mismo sitio.

También se encontraron los rastros de pisadas de caballo, utilizado por los abigeos para arrear el ganado robado. Se hallaron además los restos de los vacunos sacrificados, como ser las dos cabezas y los cueros.

La pérdida para este productor orilla los G. 10 millones, atendiendo que los animales robados eran dos novillos, según mencionaron los lugareños conocedores de la calidad de los animales.

Nulo control de la Policía

El faenamiento clandestino, producto del robo de los animales vacunos, es prácticamente alentado por las propias autoridades, ya que no existe ningún tipo de control sobre la carne vacuna que se comercializa en esta zona del país. Este problema se registra en los cuatro distritos del departamento, donde abundan las carnicerías precisamente por el crecimiento lucrativo de este tipo de negocios ilícitos.

En Fuerte Olimpo, Bahía Negra, Carmelo Peralta y Puerto Casado, no existe mataderías donde se debe realizar el sacrificio de los animales, para luego ser comercializados en las carnicerías.

De existir las mataderías municipales o privadas, se podría primero controlar la legalidad de los vacunos como así mismo la calidad de la carne, para asegurar el consumo a los pobladores.

En cada comunidad existe una enorme cantidad de locales dedicados a la venta de carne, en cualquier pequeño almacén se puede comprar todo tipo de carne vacuna. Los animales robados por abigeos son transportados en cualquier tipo de vehículo, sin ninguna protección ni aseo. Mientras que la municipalidad solo se encarga del cobro del impuesto por faenamiento.

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Cuando se da este tipo de robo y faenamiento de unos pocos animales, la carne se comercializa dentro de la misma población, por lo que las autoridades encargadas de los controles, fácilmente podrían llegar a los autores del robo, con solo solicitar la intervención de los locales donde se venden y ver la trazabilidad de los productos cárnicos.

Sin embargo cuando el abigeato se da en grandes proporciones, los animales son llevados en lugares estratégicos de alguna estancia, donde el personal o el propio dueño, están implicados en el hecho ilícito, para luego ser llevados en camiones hacia los centros frigoríficos de otras regiones.