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La máxima instancia judicial emitió esta mañana una resolución por la cual se ordena remitir a la Dirección General de Auditoría de Gestión Judicial todos los documentos referentes al caso de Jorge Orlando Barrett Duarte, un disc-jockey (DJ) fallecido a los 60 años el lunes último, durante su reclusión en la Penitenciaría de Tacumbú.
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El hombre había quedado preso en el penal por un caso de violencia intrafamiliar. Su pareja lo denunció el pasado 12 de marzo, mismo día en que fue arrestado posteriormente por agentes de la Comisaría 6ª Metropolitana.
Al día siguiente, el 13 de marzo, Barrett fue imputado por el fiscal Francisco Torres, quien, sin embargo, pidió medidas alternativas a la prisión, considerando que la propia víctima (la esposa) aclaró que “el imputado es una persona que sufre de diabetes y que tiene trastorno mental”.
Las observaciones de la Fiscalía finalmente no fueron aceptadas por el juez penal Miguel Tadeo Fernández, quien resolvió ordenar la prisión preventiva del DJ. De esta manera, Barrett fue remitido a Tacumbú el 14 de marzo.
Una vez ingresado en la cárcel capitalina, el doctor Pedro López, psiquiatra del lugar, informó que el interno debía ser llevado al Hospital Psiquiátrico, debido a que presentaba trastornos mentales y requería de un tratamiento especializado.
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De esta manera, el director de Tacumbú, Luis Villagra, comunicó del estado de salud a la jueza Rosarito Montanía, a quien solicitó ordenar de manera urgente el traslado del interno. La respuesta de la magistrada fue resolver el 16 de marzo la remisión de un psiquiatra forense para verificar el informe del psiquiatra del penal.
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Finalmente, en medio del proceso para determinar si lo trasladarían o no, Jorge Barrett fue encontrado muerto a las 02:15 del lunes 19 de marzo, en uno de los baños del Pabellón Psiquiátrico de Tacumbú. El recluso falleció apenas cinco días después de haber sido remitido al penal.
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Inicialmente, el hecho se quiso presentar como una muerte por causas naturales, ya que Barrett se encontraba con la salud seriamente deteriorada. Posteriormente, un informe forense dado a conocer ayer, martes 20, reveló signos de estrangulamiento.
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En la fecha, el médico forense Pablo Lemir, del Ministerio Público, reafirmó que el hombre no murió por ninguna de sus dolencias, sino de manera violenta. Aclaró, sin embargo, que “forzando la imaginación se podría pensar en una muerte accidental”, ya que el hombre estaba desnutrido y deshidratado. "Una persona en ese estado y con un arranque de ira y una persona con poca experiencia que lo pudo haber agarrado del cuello... Es una de las posibles hipótesis que debe investigar la Fiscalía", sostuvo.