De acuerdo con Capeco, durante 2025 se registró una caída de aproximadamente 1,5 millones de toneladas en las exportaciones de soja en grano. Sin embargo, este retroceso fue compensado por un mayor volumen de aceites y pellets de soja, lo que permitió sostener el ingreso de divisas y la actividad industrial. “En términos generales, fue un año muy bueno para todos los granos y subproductos”, subrayó Berea.
La producción total de soja, incluida la zafriña, se estima cercana a 10 millones de toneladas, lo que confirma al complejo sojero como el principal producto de exportación del país. Este volumen consolida la relevancia estratégica del rubro, no solo por el poroto, sino también por su creciente industrialización y valor agregado.
Maíz sorprende con 6 millones
Uno de los datos más sobresalientes del año fue el desempeño del maíz zafriña, que “sorprendió hasta a los más optimistas”, según Capeco. La producción superó 6 millones de toneladas, con un impacto directo en la cadena comercial y logística. Este dinamismo permitió mantener ocupada a la flota de transporte durante el segundo semestre y se tradujo en un crecimiento de las exportaciones que triplicó las del año anterior.
En el caso del trigo, la campaña también arrojó resultados positivos. Aunque el área sembrada no superó 400.000 hectáreas, los rendimientos fueron excelentes y la producción se estima cercana a 1.200.000 toneladas. El arroz, por su parte, mostró mejoras en los envíos al exterior, aun en un contexto de precios internacionales a la baja. A estos rubros se suman otros cultivos en expansión como el maní, el sésamo y la chía, que continúan aportando divisas y diversificación a la oferta exportable.
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Precios variables a nivel global
Berea explicó que los precios internacionales se mantuvieron altamente variables a lo largo del año, influidos por factores geopolíticos como la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y los movimientos de los fondos de inversión. A esto se sumó la incertidumbre generada por medidas adoptadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que impactaron en los mercados de commodities.
En materia logística, si bien no se registraron grandes inconvenientes en la navegación fluvial, el fuerte flujo de demanda desde Brasil provocó el colapso del Puente de la Amistad y de otros pasos fronterizos.
Por otra parte, el sector enfrentó costos crecientes, como el alza de los insumos agrícolas —que avanzaron por encima de los precios internacionales—, las sobreestadías en frontera y el peaje en la hidrovía impuesto por Argentina, factores que ajustaron los márgenes de los productores.
El 96% de la soja con destino a Argentina, Brasil y Rusia
En cuanto a destinos, Argentina, Brasil y Rusia concentran el 96% de los envíos de soja. Para el maíz, arroz y trigo, Brasil se mantiene como principal mercado, aunque el maíz y el arroz lograron una mayor diversificación hacia Chile, Perú, Uruguay y países árabes, entre otros.
Las perspectivas para 2026 son alentadoras.
Capeco no observa, por el momento, factores climáticos que anticipen un quiebre productivo y confía en una muy buena cosecha. También espera mejoras en la logística, con condiciones adecuadas de navegabilidad y avances en la salida terrestre hacia Brasil, especialmente con la puesta en marcha del Puente de la Integración, prevista para finales de 2026.
Finalmente, Berea señaló que el sector sigue atento a desafíos clave como la seguridad, el robo de cargas, las amenazas de invasiones de tierras y las exigencias ambientales. También siguen preocupando las desmedidas exigencias de la Unión Europea, que ante la irracionalidad de las mismas, los propios europeos tuvieron que volver a postergar, ya que son imposibles de llevar a la práctica. “El mundo avanza hacia la sustentabilidad y la trazabilidad, pero deben aplicarse dentro de una operatividad razonable, respetando las leyes nacionales y con instituciones públicas reconocidas internacionalmente”, concluyó.
Exportaciones de carne crecen 18% en el 2025
Por su parte, Daniel Burt, gerente general de la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC), indicó que las exportaciones alcanzaron US$ 2.169 millones, un incremento del 18% frente a US$ 1.839 millones de 2024, superando por primera vez la barrera de los US$ 2.000 millones.
El crecimiento se sustentó en un aumento del volumen exportado de más del 3% y en la mejora del precio implícito, que subió un 16% hasta US$ 5.125 por tonelada. La faena nacional hasta noviembre también registró un récord, con más de 1,90 millones de cabezas procesadas, superando el máximo histórico de 2024.
El desempeño se apoyó en políticas sanitarias sólidas, coordinación público-privada, infraestructura productiva mejorada y apertura de mercados de alto valor, como Estados Unidos, Canadá, Chile, Israel y países árabes, además de nuevos destinos como Filipinas, Panamá y Singapur.
Burt destacó que el sector consolidó su reputación como proveedor confiable y de calidad, aprovechando las restricciones sanitarias de competidores y manteniendo un crecimiento sostenible pese a la limitación del stock ganadero. Las expectativas para 2026 se centran en mantener precios altos, expandir mercados y fortalecer la productividad.
