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“Re-Necho” ya olió este documento y rápidamente le pidió socorro al Tribunal de Cuentas para que le aprueben los balances desde el 2020 hasta el 2023 para tener como escudo ante una posible imputación.
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El impresentable intendente calladamente hizo esta jugada pero su padre, un magistrado activo, envió un WhatsApp equivocado y dejó al descubierto esta tenebrosa maniobra.
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Ojo que en el Tribunal de Cuentas “Re-Necho” juega de local. Ahí está un exasesor jurídico de la Muni, la prima del que sabemos y el hijo de un ministro de la Corte ultracartista, etc. Por eso fue a pedir socorro ahí.
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Encima, la fiscala designada es Marlene González, esposa del juez Rubén Ovelar. Cuentan los que saben que la causa terminará en un oparei como la investigación a la Quiñónez, que también estuvo a cargo de la agente González.
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Ayer, en la conferencia de prensa, “Re-Necho” estuvo al lado de uno de los hermanos macana, un gran parlanchín. Ambos manejan los hilos de la Muni y se heredaron los cargos. ¿Tienen grado de responsabilidad en el supuesto desvío del que habla la Contraloría? La fiscalía de Emily tiene la palabra.
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Si se analiza bien, estos muchachos no pueden quedar impunes. Por algo le defienden a capa y espada al torcido jefe comunal.
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¿Qué pasó del imputado Wilfrido Cáceres, asesor de “Re-Necho” y compañero de detergente?
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Ayer parece que los diputados cartistas recibieron la “orden superior” de defenderle a Santítere en la sesión porque dejó mucho que desear el lunes pasado en su informe ante el Congreso. Todos siguieron una misma narrativa.
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Obviamente, no logran convencerle a nadie. Encima se enojan con aquellos que critican el informe. Claro que Santítere festejó logros del gobierno anterior. Dos ejemplos nada más: 1. La exportación de carne paraguaya a EE.UU. y Canadá y 2. el crecimiento económico 2023 son herencias del Gobierno de Mario Abdo.