“Una mierda”

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Recién condenado a la cárcel por delitos cometidos mientras era “autoridad”, OGD hizo ayer un mitin político en su casa para impulsar la candidatura a la Junta Municipal de Luque de su hijo, Óscar Rubén González Chávez, también condenado por hechos que cometió cuando era concejal. La movida, obvia demostración de poder, prueba que hasta que la sentencia quede firme y estos personajes estén en prisión, no se habrá hecho Justicia.

La actividad en la casa de Luque trae a la memoria uno de los audios que prueban cómo hacía Óscar González Daher tráfico de influencias cuando presidía el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Molesto por el modo en que actuó la jueza Dina Marchuk en un proceso contra su hermano Ramón, por teléfono el entonces “poderoso” senador le ordenaba a una persona que arremeta contra la magistrada, “para demostrarles que son una mierda nomás. Y que nos respeten. Entendiste?”.

Ayer, también para demostrarnos a todos lo “mierda” que somos, condenado a siete años de cárcel el jueves, por enriquecimiento ilícito y declaración falsa, Óscar González Daher arreó a correlís de la Municipalidad de Luque, la Dinac, la ANDE, la Cámara de Senadores, la de Diputados, el Tribunal Superior de Justicia Electoral, entre otras instituciones públicas. A todos los juntó con dos empanadas y una gaseosa en el patio de su casa para ostentar que su hijo Óscar Rubén González Chávez sigue en carrera, con intención de llegar por cuarto periodo a la Junta Municipal luqueña.

Junto con su papá, Rubén, el candidato colorado, fue condenado a ocho años de cárcel por los mismos hechos que su progenitor y también por lavado de dinero, delito que también debió recaer sobre OGD, pero que, pese a todas las evidencias existentes, para el Tribunal de Sentencias no se pudo probar.

La condena en sí es destacable atendiendo que se trata de un clan de más de 20 años. El poder de OGD emanaba de sus tentáculos en varias instituciones públicas y, principalmente, el Poder Judicial. Seguro de su impunidad, actuaba como quería. Según decía su secretario Raúl Fernández Lippmann, juntaban “tortas” de dinero producto del uso de influencias para torcer la Justicia. El jueves, sin embargo, para el tribunal no hubo dudas de que OGD no puede justificar el origen de G. 5.903.362.496. Y de que Óscar Rubén movió G. 29.237.656.115, todo en diez años (2008 - 2018).

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¿Será el mitin de ayer un último pataleo? ¿Hasta dónde perdió poder OGD? ¿Será que la Justicia se reafirmará en las condenas? Habrá que ver para creer que esta sea la primera de otras condenas, porque... Momentiiito… hay otros clanes aún impunes, que siguen ostentando el poder y que deberían rendir cuentas ante la Justicia.

mariana.ladaga@abc.com.py