Santi y la vanidad

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Pocos días después de ser electo presidente de la República, Santiago Peña le pidió al ministro de Economía argentino, Sergio Massa, que no pague nada a Yacyretá hasta que él asumiera el cargo, el 15 de agosto. Un acto de pura vanidad, en contra de nuestra soberanía energética y que ahora es parte de un conflicto diplomático con Argentina, en las puertas de renegociar con Brasil el Anexo C del Tratado de Itaipú.

Para medir su poder ante Mario Abdo Benítez, Nicanor Duarte Frutos y otros cuantos contrincantes políticos más, Peña le pidió a Massa “que no gire nada hasta que no removiera a Duarte Frutos”.

Hace un mes, el 23 de agosto, el mismo Santi lo admitiría en conferencia de prensa: “Le dije al ministro Massa que para mí sería fundamental que a partir del 15 de agosto, que es el momento en que asumo, sería importante que se puedan hacer todos los pagos posibles, que para mí iba a ser muy importante. Claramente eso le eximía a él de la obligación de tener que hacer cualquier pago antes del 15″, dijo.

En consecuencia, contaba Duarte Frutos, Argentina no pagó su deuda, Yacyretá tuvo que hacer un millonario préstamo y aún así quedó debiendo a proveedores. Finalmente, luego de insistir sin que Argentina pagara, Paraguay decidió usar toda su energía de la binacional y no transferirla al país vecino.

El capítulo Yacyretá es apenas uno más del conflicto diplomático que tenemos con Argentina, que afecta otros recursos estratégicos para el Paraguay, como el uso de la hidrovía y la provisión de gas.

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Es altamente cuestionable la actitud que Argentina viene teniendo con Paraguay, un país al que le debe muchísimo, y aún más terrible es por provenir de un gobierno que dice ser socialista. Pero si la soberbia y la vanidad de nuestros gobernantes -tanto de aquel como de este lado del río- fuesen menores, ya hubiésemos logrado soslayar la situación.

Las demostraciones de poder y vanidad de Santi también están dejando un enorme agujero económico. Su promesa populista de cien días de combustible barato se deshizo esta semana, cuando el presidente de Petropar, Eddie Jara, confesó que con el aumento de la demanda, los precios se mantendrán solo hasta octubre.

Todo esto pasa con recursos estratégicos que hacen a nuestra soberanía, justo cuando Paraguay tiene el desafío de renegociar el Acuerdo C del tratado de Itaipú con el cuerpo diplomático y técnico de Brasil.

Con la situación crítica que atraviesa el país por mera demostración de poder del nuevo Gobierno, ¿con qué seriedad nos puede tomar Brasil en el momento de renegociar? Será que vamos a terminar por perder soberanía energética por capricho, por la vanidad, de Santi y su gabinete?