El Ministerio Público acaba de allanar varias dependencias del IPS para hacerse de los documentos que probarían el resultado de las investigaciones de la Contraloría General de la República. Encontró un despilfarro de 150 millones de dólares en la administración de Vicente Bataglia y un Consejo cómplice.
Leemos, por ejemplo, que el Consejo autorizó un endeudamiento por cincuenta mil millones de guaraníes, pero la Contraloría encontró pagarés por sesenta y cinco mil millones. En el hospital Ingavi se constató que entre lo construido y lo proyectado hay una diferencia de tres mil millones. Ambulancias y otros vehículos que en promedio deberían consumir 10 o 15 litros cada 100 km., consumían 50, 70 o 100 litros cada 100 km. La desaparición de casi diez mil equipos médicos y muchos otros casos de iguales o peores características son unas de las muestras de cómo se manejaba el dinero de los asegurados. El IPS es una institución destruida por la delincuencia más despiadada.
Mientras tanto, los asegurados reclaman –como tantas veces- la urgente provisión de numerosos fármacos, ausentes en las farmacias del IPS. Y como tantas veces, también, tales protestas se acaban en la indiferencia de las autoridades.
El lado más oscuro –si puede serlo más todavía- está en el fondo de jubilaciones. Ahora las mismas autoridades del IPS salen a decirnos que tal fondo “está en amarillo” y que si no se toman con urgencia las medidas que correspondan, “estará en rojo”. Es la peor noticia para cientos de miles de asegurados que viven de lo que han acumulado en 30 años de trabajo con la esperanza de una vejez más o menos sin sobresaltos.
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El presidente de la República se reunió en estos días con la cúpula del IPS en la creencia de que van a encontrar la solución. Pedro Halley, directivo de la Unión Nacional de Jubilados del Paraguay, dijo: “Peña decepcionó al designar al seccionalero José Jara Rojas como representante de los jubilados en el consejo de administración del IPS”.
Pedro Halley fue gerente de Prestaciones Económicas hasta junio de 2021. El entonces presidente del Consejo, Vicente Bataglia, lo despidió por “alarmar a jubilados de forma irresponsable”. Lo que había dicho Halley es lo mismo que dicen hoy las nuevas autoridades. “Yo no quiero –dijo Halley- esconder la basura bajo la alfombra y decir que todo está bien”
Esconder la basura bajo la alfombra ha sido la acción constante de Bataglia, con el apoyo del entonces presidente de la República, Mario Abdo Benítez. Ahora que ya no están los dos –a Dios gracias- aparecen las basuras que son la dramática muestra de una larga corrupción.
Si hace dos años se hubiera escuchado a Pedro Halley, y se hubiesen tomado las medidas correspondientes, es posible que los asegurados en general, y los jubilados en particular, no estarían ahora preocupados por la “luz amarilla” con tendencia a la roja.
Junto con Bataglia y los miembros del Consejo de Administración anterior, es también responsable Mario Abdo Benítez. A través de la prensa tenía todas las informaciones de las irregularidades que se cometían a diario. Abdo Benítez respondía a la indignación ciudadana con el apoyo público a Bataglia. La Fiscalía General del Estado tiene otra ocasión para cumplir con las funciones que la sociedad le ha encomendado y solicitar la cárcel, de probarse los hechos, para todos los involucrados.