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El discurso dice que la base del desarrollo de un país es la educación. En Paraguay este sector, tan vital para la sociedad, se encuentra en decadencia; con locales que literalmente se caen a pedazos a lo que este año se sumó la falta de rubros docentes; un verdadero absurdo.
En el departamento de Paraguarí, en pleno siglo XXI, en las escuelas rurales se observan aulas clausuradas porque se encuentran en peligro de derrumbe. Es el caso de la escuela Nº 2.204 “Sagrado Corazón de Jesús” de la compañía Cordillerita y de la escuela colegio nacional N° 4.293 San Rafael, ubicada en la compañía Isla Pa’û–Pancha Garmendia, ambas en el distrito de Ybycuí.
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La escuela Sagrado Corazón de Jesús” cuenta con 75 alumnos. Un grupo de los escolares del turno mañana inició las clases del año lectivo 2023 bajo árboles y otro bajo una incómoda carpa.
En el turno mañana estudiantes del octavo y noveno grados se acomodaron bajo árboles y carpa, mientras en el turno tarde, niños del primer, cuarto, quinto y sexto grados. Reciben enseñanza en esas lamentables condiciones porque un pabellón está clausurado desde el 2020 debido a peligro de derrumbe.
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Desde hace dos años vienen solicitando la intervención del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), la Municipalidad de Ybycuí y de la Gobernación de Paraguarí, pero ninguna autoridad de las tres instituciones demostró interés.
En el local que comparten la Escuela Básica N° 4.293 y el Colegio Nacional San Rafael, los alumnos iniciaron el año lectivo bajo árboles porque desde octubre del 2022 un pabellón con cinco aulas quedó inhabilitado.
La decisión de cerrar el pabellón fue tomada por los directivos y padres luego de que parte del techo de una de las salas comenzara a desplomarse y porque las demás presentan fallas estructurales, comentó el presidente de la Cooperadora Escolar de la institución, César Marecos.
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Manifestó que es notorio el desinterés de los administradores del MEC, la Municipalidad y de la Gobernación en soluciona el problema. Enviaron notas a las tres instituciones, pero no tuvieron respuesta, indicó.
Nadie se ocupa de la situación en que estudian los alumnos de estas escuelas rurales, nadie recuerda que también tienen derecho de estudiar en un lugar seguro, salubre y cómodo, enfatizó.
Los padres esperan que no suceda una tragedia para que las autoridades de las instituciones pertinentes reaccionen, dijo Marecos.
La respuesta esperada
En la escuela básica N° 77 “Prof. Encarnación Alúm de Vivé” del distrito de Paraguarí un pabellón con aula y galería se encuentra clausurado porque presenta grietas en las paredes y el cimiento se está hundiendo, dijo la directora de la institución, profesora Gloria Carolina Arce.
Comentó que cuando asumió el cargo de directora en setiembre del 2021 encontró en esas condiciones la institución. Desde entonces insistió en pedidos de reparación través de notas con el intendente enviadas al intendente de Paraguarí, Marcelo Simbrón (ANR), pero no hubo respuesta.
Los alumnos son acomodados en la biblioteca para el desarrollo de las clases, pero necesitan un aula para que sea efectivo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
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Departamento en manos de clanes familiares colorados
Los distritos de Paraguarí y Ybycuí tuvieron décadas de gobiernos municipales manejados por colorados salpicados por denuncias de corrupción. En Ybycuí dominó durante años la pareja integrada por el abdista Tomás Fidelino “Ever” Rivas y María del Carmen Benítez.
En Paraguarí en la administración comunal se sucedieron integrantes del clan familiar Baruja, actualmente liderado por Juan Carlos Baruja, quien renunció al cargo de gobernador para dedicarse a su postulación a senador por el movimiento HC, encabezado por el “significativamente corrupto” Horacio Cartes.
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Rivas y Baruja fueron gobernadores del noveno departamento y también ocuparon bancas en la Cámara de Diputados. El colorado abdista Miguel Cuevas también administró los recursos de la Gobernación y accedió a un cupo en la Cámara de Diputados.
Tanto Cuevas como Rivas soportan procesos judiciales por delitos presuntamente cometidos durante la administración de los recursos públicos.
Miguel Cuevas está acusado por presunto enriquecimiento ilícito y declaración falsa, caso que está en pleno juicio oral y público. Para el miércoles 26 de abril está fijada otra jornada con declaraciones testificales y presentación de pruebas.
Por otro lado, el abdista Tomás Fidelino Rivas debe afrontar un nuevo juicio oral y público en el proceso por presunta estafa en el caso de sus tres “caseros de oro”. Fue sobreseído definitivamente por un Tribunal de Sentencia el 15 de diciembre de 2021, pero el Tribunal de Apelación Penal 2ª Sala de la Capital, integrado por los camaristas Delio Vera Navarro, José Agustín Fernández y Cristóbal Sánchez, haciendo lugar a la apelación planteada por el fiscal investigador, Luis Piñánez, anuló el sobreseimiento y ordenó un nuevo juicio oral, que está pendiente la fijación de nueva fecha.