Este lunes, el senador Eduardo Nakayama presentó al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), agrupación política a la que representaba en la Cámara Alta del Congreso Nacional, un pedido de desafiliación luego de haber anunciado recientemente su renuncia al principal partido de la oposición en Paraguay.
El senador Nakayama reiteró en el escrito presentado hoy al PLRA sus afirmaciones sobre lo que considera una “entrega” del Partido Liberal a los intereses de la facción Honor Colorado de la Asociación Nacional Republicana (ANR), liderada por el expresidente Horacio Cartes (2013-2018).
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“Quienes ostentan los espacios de decisión, tanto en el PLRA como en el Congreso, responden en gran medida al cartismo, haciendo el deshonroso papel de satélites funcionales al oficialismo en el gobierno, que cuenta entre sus más enconados exponentes a personas declaradas ‘significativamente corruptas’ con vínculos con el crimen organizado transnacional y el terrorismo internacional”, reza el texto de Nakayama.
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Señaló que, desde el inicio del actual periodo legislativo, que comenzó en junio, varios parlamentarios identificados con los dos principales movimientos internos del PLRA –el “efrainismo” y el “llanismo”- han operado “abierta y alineadamente con el cartismo, olvidando por completo su rol de opositores y, lo que es peor, avalando o liderando todo tipo de atropellos contra la institucionalidad de la República y la Constitución Nacional, siendo indignos de ser llamados liberales”.
PLRA en crisis
El PLRA se encuentra hundido en una crisis política agudizada por las duras derrotas en los comicios departamentales y parlamentarios en las últimas elecciones generales, además de la tercera derrota consecutiva del entonces presidente del partido, Efraín Alegre, en una pugna por la presidencia de la República.
El senador Nakayama considera que la división interna en el PLRA generada por las disputas entre el efrainismo y el llanismo resultaron no solo en diferencias políticas “irreconciliables” dentro del partido, sino también en un “grave deterioro de las finanzas” de la agrupación y una “falta de identidad política”.
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“La historia nos enseña que a veces es necesario dividir fuerzas para recuperar la vitalidad y depurar las filas”, subrayó.
Afirmó que su separación del PLRA no implica “mi renuncia a mis principios liberales ni mucho menos al histórico Partido Liberal, en cuya reconstrucción y refundación seguiré trabajando”.