“Cambió de carpa“ y quintuplicó salario

Máximo Gabriel Medina fue candidato a presidente de la Seccional Colorada Nº 21 de Asunción por el movimiento Fuerza Republicana en las internas, pero fue derrotado por Julio Vega.

Lea más: Nepobabys: “Puentazo” de fin de año para “nepobabies”: los “comunes” ya estarían despedidos

Medina de profesión abogado y egresó con un modesto promedio en el 2015 de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), era uno de los funcionarios mimados de la Presidencia durante la gestión de Mario Abdo Benítez, por lo cual fue comisionado a la Secretaría de la Función Pública (SFP) como director jurídico de manos del actual diputado Daniel Centurión, quien en ese entonces se desempeñaba como ministro secretario ejecutivo de la Secretaría Nacional Anticorrupción (SENAC), sin embargo, luego de las internas coloradas y tras la derrota Arnoldo Wiens rápidamente abandona a Daniel Centurión y pasa al cartismo para hacer proselitismo por Raúl Latorre en su carrera a la Cámara Baja.

Una vez, ubicado Latorre en la presidencia de Diputados lo nombró en julio pasado como director jurídico sin concurso y le adjudicó un salario de G. 29.084.600 que incluyen gasto de representación, bonificación y sueldo.

Gabriel Medina negó casos de nepotismo en Cámara de Diputados

Ayer durante una mal llamada conferencia de prensa fue presentado por Latorre con doble funciones, a más de ser director general jurídico de la Cámara de Diputados es también director Interino de Recursos Humanos y tendrá como “función” combatir el planillerismo en la Cámara Baja.

Lea más: ‘Nepobabies’ en el Congreso: “Es nepotismo puro y duro”, dice Montanaro

Sin embargo, cuando fue consultado por los periodistas sobre los escandalosos casos de nepotismo en el Congreso Nacional, manifestó que no existe ningún solo caso, incluso para tratar de safar a las preguntas intentó igualar jurídicamente el reglamento interno de Diputados con la ley de Nepotismo cuando claramente según el ordenamiento jurídico del Paraguay las leyes están por encima de un reglamento interno o una resolución de cualquier institución pública mostrando así su ignorancia.