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“A quien le quede el sayo, que se lo ponga”, reza el dicho y fue lo que sorpresivamente hizo el diputado Orlando Arévalo sobre dos proyectos de ley que simplemente buscan mejorar los filtros para legisladores que integren el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
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“La Constitución Nacional, a través de su artículo 253, habla del título de abogado (como requisito para la designación). En este caso, yo puedo hablar por mi persona, yo tengo título de abogado y soy magíster en Derecho. Yo sí me formé en la academia, no puedo hablar de otras personas (presumiblemente haciendo alusión al senador Hernán Rivas)”, afirmó Arévalo, que junto con el senador Rivas fueron “investigados” por la Fiscalía por presuntamente poseer títulos falsos.
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En el caso del diputado Arévalo, este fue eximido de manera cuestionable, ya que la fiscala Patricia Sánchez tomó como cierto, sin cuestionar e indagar, la declaración de tres “testigos” a favor del legislador, que -llamativamente- tenían relación con el mismo. En el caso de Rivas, sí fue imputado, pero con una cuestionable labor fiscal, que hace sospechar de un futuro blanqueamiento.
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El proyecto que más lo afecta, que es con relación el JEM, plantea simplemente que, además de su título, los miembros del órgano extrapoder en representación de ambas Cámaras del Congreso “deberán presentar sus antecedentes académicos”, a fin de corroborar su legalidad.
“Maldición de burro...”
El diputado Orlando Arévalo acusó a los proyectistas de esta iniciativa de supuestamente buscar solamente llamar la atención de la prensa, intentando minimizar la grave crisis institucional que representó que presuntos “abogados mau” hayan llegado a presidir incluso el JEM.
“Mirá, maldición de burro no afecta a caballo, entonces más que atacar, lo que quieren es salir en prensa y lo están logrando. No estoy en contra (del proyecto). Creo que se puede trabajar mejor y en vez de presentar una esquelita se puede presentar una carta”, afirmó.