Las tres personas que fueron gravemente heridas el martes pasado en Capiatá tras la explosión de un tanque que tenía residuos de combustible siguen en estado delicado en el Centro Nacional del Quemado y Cirugías Reconstructivas (Cenquer). Sus familiares también reclamaron la falta de seguridad en la zona.
El niño que fue quemado con agua hirviendo por su padre el domingo recibe curaciones en el Centro Nacional del Quemado y Cirugía Reconstructiva (Cenquer) donde está internado. Día a día su evolución indicará si necesitará algún tipo de injerto.
Autoridades nacionales destacaron que miles de personas fueron beneficiadas con cirugías reconstructivas, gracias al Programa “Ñemyatyrõ Paraguay”. En la fecha, se hizo el lanzamiento de una edición de la campaña, que ayuda a personas con malformaciones congénitas, y también en la prevención de quemaduras.
En el Cenquer está internado desde esta madrugada un adolescente de 14 años, oriundo de Yby Yaú, que sufrió quemaduras en la cara a causa del fallo de una bomba de estruendo conocida como 12x1. También una niña de 3 años fue asistida tras haber sufrido lesiones leves generadas por una bengala que manipuló su padre.
“No existe la pólvora inocente” es el lema de este año de la campaña de Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer) para reducir al mínimo la cantidad de personas que se ve afectada por las quemaduras de cualquier tipo de petardo durante las fiestas de Navidad y año nuevo. Según los datos de este centro especializado, del total de pacientes, un 60% corresponde a menores de edad, la mayoría menores de cinco años.
Desde el Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer) recuerdan que no existe “pirotecnia inocente”. En ese sentido, instan a tener cuidado con explosivos y proteger principalmente a los niños durante las fiestas de fin de año.